La
historia de este lugar comienza allá por los tiempos de la época de la anterior conquista del Regne de
Valencia, cuando Jaime I conquistó la población de
Ontinyent en 1224. Por aquel entonces, la mezquita del lugar fue bendecida y dedicada al culto mariano por el obispo Juan Prieto de la Zarza, que era quien acompañaba al rey Jaume I. Durante sus inicios la mezquita no fue derribada, sino que más bien fue adaptada a las necesidades para celebrar las ceremonias de culto cristiano y otras necesidades eclesiásticas de la época.