Las adiciones posteriores debieron comenzarse en el último tercio del siglo XIV, época que coincidió con la fuerte expansión de
Ontinyent a todos los niveles: las ciencias, las artes, la industria de paños y lana, el
comercio, la
agricultura bajo el reinado de Alfonso V y, sobre todo, de Juan II. En el estudio que realizan el Profesor don Luis Arciniega García y la estudiante Ana Fe Esteve Cambra, dejan claro la
historia de este lugar para comprender los hechos, como por ejemplo los que acaecieron en agosto de 1668, donde se advertía del gran peligro en que se encontraba la
bóveda situada sobre el
altar mayor, principalmente por encontrarse encima el viejo
campanario.