De la época
romana se conoce la existencia de varios asentamientos agrícolas de pequeña entidad, repartidos por el territorio, iniciándose la mayoría de estos en la época de Augusto en las primeras décadas del siglo I dC, algunos de los cuales sólo perduraron hasta medios o finales del siglo II dC, mientras que otros prosiguieron, seguramente, hasta el siglo V dC. Aun así, ninguno de los asentamientos
romanos conocidos hasta ahora, se ubica en lo que en la actualidad es el casco urbano
medieval de
Ontinyent, conocido como la Vila. Aunque debió de existir alguno en las proximidades por ser uno de los sectores más fértiles y con las mejores tierras del término.