EL PALAU DE LA VILA: El recinto del Palau tenía una función defensiva en los años iniciales de la conquista feudal y al mismo tiempo era sede de un embrionario aparato administrativo y político municipal. Convertido en residencia real, la
tradición dice que Jaume I, Pedro el Grande y Jaume II hicieron uso de sus estancias. A principios del siglo XVI pasó a ser propiedad del linaje de los Blasco. Luis Blasco, miembro del Consejo Supremo de
Aragón, consolidó su importancia como principal
edificio privado de
Ontinyent.