El Pont Vell es uno de los elementos más emblemáticos de la ciudad. Se empezó a construir el año 1500 y terminó en 1501, es obra de los maestros de obra y picapedreros Pere Ribera, de Xàtiva, y Joan Montanyés. Consta de dos arcos de medio punto, ligeramente apuntados, sustentados sobre tres contrafuertes, el central de los cuales es un formidable pie de sillares en forma de quilla. Su superficie externa es de sillares de piedra picada, aunque la barandilla fue construida con los restos de diversos portales murales derribados a finales del siglo XVIII.