El
puente marcará una reordenación de las comunicaciones del
barrio de la Vila. En 1520-1521 las Germanías de
Ontinyent propiciaron la construcción del camí dels
Carros, desde la bajada de la cual se puede contemplar una impresionante panorámica de la La Vila y del Raval, con las
casas apiladas unas encima de otras. También en el siglo XVI se construyó el Tirador dels Peraires, donde los maestros fabricantes extendían y dejaban secar los paños de lana. A principios del siglo XVII, se documenta la transformación de las
cuevas en la ribera del
río, donde habitaban las
familias más humildes de La Vila, en las casas de la actual
calle de la Cantereria.