Como
arte rupestre se designa a las pinturas prehistóricas realizadas en las paredes de
cuevas o abrigos, que normalmente forman grupos geográficamente homogéneos y con una cronología muy diversa. El grupo mas antiguo encontrado corresponde al paleolítico superior (entre 30.000 a 10.000 antes de J. C.) y las más famosas en
España son las de Altamira. Durante el Mesolítico y Neolítico se realizó en el área levantina de la península Ibérica (concretamente en tierras que abarcan las sierras de Aitana, Mariola, Benicadell, etc.), un conjunto de pinturas rupestres caracterizadas por su carácter esquemático, halladas en abrigos rocosos, con una
antigüedad de unos diez mil años habiendo declarado la UNESCO a alguna de ellas, Patrimonio de la Humanidad. Hay ídolos oculados, sobre huesos, de un enterramiento del eneolítico en
Ontinyent (ver Joan Bernabeu) y otros lugares de la
Comunidad Valenciana.