Entre otros núcleos de asentamiento que se gestaron en lo que hoy conocemos por el termino municipal, es
Ontinyent el núcleo que resistió al embate de los siglos, gracias a encontrarse situado sobre un promontorio a la derecha del profundo barranco por donde transcurre el
río Clariano. Para defenderse de sus enemigos, sus habitantes construyeron una vertical
muralla, parte de la cual se puede apreciar en la presente
fotografía, por el vertido incontrolado de escombros durante siglos, perdiendo el aspecto de su encanto. Con el tiempo, el ribazo se ha consolidado. Prueba de ello es que, para evitar derrumbes, se reforzó la muralla con los contrafuertes que se aprecian en la misma. Otro tema de las
murallas de la antigua villa de Ontinyent recayendo al barranco sobre el río Clariano lo observamos en esta imagen donde estas se fusionan con esas edificaciones dispuestas alrededor de la
iglesia Plebanía de la Asunción de
Santa María de la que sobresale su esbelta
torre. Entorno éste que fue declarado Conjunto Histórico
Artístico Nacional en 1974, conforme a los informes preparados a tal efecto por el arquitecto municipal de aquellas fechas José María Espí Sánchez.