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PAIPORTA: Rosario, mi nombre es Teresa. Soy uruguaya. He seguido...

DÍA - 11 - 11 – 2024:
Queridos Reyes Magos:
Hace algunos años que no os escribo, pero como mi tren está llegando a su destino me he decidido hacerlo. No quiero nada para mí, lo que os pido es que este año os acordéis de todas esas familias que lo han perdido todo por la Dana, como bien sabéis están desoladas, sobre todo las que han perdido a sus seres queridos, y muy especialmente por los padres de Izar, y Rubén, estos padres necesitan de vuestro consuelo, para poder seguir viviendo, mandarles una carta como solo vosotros sabéis hacerlo. Y puedan mitigar un poco el sufrimiento por la pérdida de sus dos hijos, algo muy difícil de conseguir. Lo que sí me gustaría para mi familia es que mis nietos sean buenas personas, y que cuando se hagan hombres no olviden de dónde vienen, respetando sus raíces, y siendo un poco egoísta me gustaría el mayor de los regalos, el que pueda superar la perdida de mi madre, pues como tantas otras personas se la llevó el covid, sin poder despedirnos de ella, es por eso que su perdida se me está haciendo especialmente dura. En estas fechas de Navidad, tan señaladas, en la noche mágica de Reyes, mi madre nos ponía en la ventana los zapatos para cuando pasaran los Reyes, y nos dejaran algún regalo, al día siguiente nos levantábamos muy de mañana, con muchísima ilusión, a pesar de que los regalos eran muy pobres lo disfrutábamos mucho.
Como dice Miguel Hernández en una de sus poesías.
Me vistió la pobreza, me lamió el cuerpo el río, y del pie a la cabeza pasto fui del rocío, por el cinco de enero, para el seis, yo quería que fuera el mundo entero una juguetería, y hacia el seis, mis miradas hallaban en sus puertas mis abarcas heladas, mis abarcas desiertas.
Así es como encontraba mis zapatos vacíos y helados.
ROSARIO FAJARDO BLANCO.

Rosario, mi nombre es Teresa. Soy uruguaya. He seguido por TVE todo lo sucedido con la dana y tu carta me conmovió especialmente. Todos aquellos que sufrimos pérdidas, de una forma o de otra, podemos comprender lo que significa, pero perder un hijo, y más aún dos, es algo que no alcanzo abarcar con palabras. Solamente decirles que hay, como yo, muchos que, a lo largo y ancho del mundo, les envían su abrazo fuerte, enorme. Otro muy grande para tí de mi parte.