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PETRES (Valencia)

Campo florido
Foto enviada por Victoria Serna,

mientras que en la pradera
dóciles a sus leyes
pastores y zagalas
festivas danzas tejen
y los tiernos cantares
y requiebros ardientes
y miradas y juegos
más y más los encienden.
y en los tiros sabrosos
con que el Ciego las hiere
suspirando delicias,
por el bosque se pierden,
mientras que en la pradera
dóciles a sus leyes
pastores y zagalas
festivas danzas tejen
Revolantes las aves
por el aura enloquecen,
regalando el oído
con sus dulces motetes;
y en los tiros sabrosos
con que el Ciego las hiere
suspirando delicias,
por el bosque se pierden,
De hoja el árbol se viste,
las laderas de verde,
y en las vegas de flores
ves un rico tapete.
Revolantes las aves
por el aura enloquecen,
regalando el oído
con sus dulces motetes;
Con su aliento en la sierra
derretidas las nieves,
en sonoros arroyos
salpicando descienden.
De hoja el árbol se viste,
las laderas de verde,
y en las vegas de flores
ves un rico tapete.
el céfiro, de aromas
empapado, que mueven
en la nariz y el seno
mil llamas y deleites
Con su aliento en la sierra
derretidas las nieves,
en sonoros arroyos
salpicando descienden.
Medrosos de sus rayos
los vientos enmudecen,
y el vago cefirillo
bullendo les sucede,
el céfiro, de aromas
empapado, que mueven
en la nariz y el seno
mil llamas y deleites
De esplendores más rico
descuellapor oriente
en triunfo el sol y a darle
la vida al mundo vuelve.
Medrosos de sus rayos
los vientos enmudecen,
y el vago cefirillo
bullendo les sucede,
El alba de azucenas
y de rosa las sienes
se presenta ceñidas,
sin que el cierzo las hiele.
De esplendores más rico
descuellapor oriente
en triunfo el sol y a darle
la vida al mundo vuelve.
Despejado ya el cielo
de nubes inclementes,
con luz cándida y pura
ríe a la tierra alegre
El alba de azucenas
y de rosa las sienes
se presenta ceñidas,
sin que el cierzo las hiele.
Juan Meléndez Valdés Batilo >

DE LA PRIMAVERA

La blanda primavera
derramando aparece
sus tesoros y galas
por prados y vergeles.
Despejado ya el cielo
de nubes inclementes,
con luz cándida y pura
ríe a la tierra alegre
Juan Meléndez Valdés Batilo >

DE LA PRIMAVERA

La blanda primavera
derramando aparece
sus tesoros y galas
por prados y vergeles.
Francisco Villaespesa >

Un « ¡espera!», un « ¡recuerda!» es cuanto queda

Un « ¡espera!», un « ¡recuerda!» es cuanto queda
de tu voz en mi oído... ¡todo es eso!
¡Nunca en tus labios floreció mi beso!
¡Jamás mis sueños perfumó la seda

de tus cabellos..! Bajo la arboleda
nos dijimos ¡adiós..! Y en un exceso
de orgullo y de rencor, quitose el preso
sus cadenas de rosas... ¡Dios conceda

a tu alma la dicha ambicionada!
Yo, en las frías tinieblas de la nada
con pasos de sonámbulo me pierdo...

¡Y aullando de dolor, sobre la arena
del pasado, mi vida es una hiena
devorando el cadáver de un recuerdo! ... (ver texto completo)
- La princesa está no solo molesta, sino enojadísima, tan es así que todos los regalos que traía para ustedes no les serán entregados y pondrá una queja ante la comisión de derechos jirafales, en los que pedirá sea castigada o cuando menos se aplique una fuerte reprimenda a esta zona debido a las humillaciones y maltrato que recibió su hija y por el nulo apoyo que se le brindó. Por todo ello les pido que se retiren y reflexionen sobre su proceder, para que en un futuro no volvamos a tener un problema ... (ver texto completo)
- Por la amistad y el apoyo que de ésta pequeña jirafa recibió mi hija, solo por eso les he perdonado todo y les hago entrega de sus regalos y tampoco pondré ninguna queja, sin embargo quiero que les quede bien claro que jamás se debe abusar de una semejante y muchos menos burlarse, debemos hacer todo lo contrario, es decir apoyarle para que se sienta menos infortunada.

Fira y Rita se abrazan y lloraron desconsoladamente. Rita o Indi promete escribir y enviar fotos de su país.
La puerta del carruaje se abrió de un solo golpe, la princesa echaba lumbre por los ojos –bueno casi- al tiempo que gritó:

- ¿Quién es la autoridad aquí?. La mamá de Fira que en esos momentos llegaba dijo:

- Si usted quiere majestad, enseguida le aviso que usted la necesita de urgencia.

- Por supuesto que la necesito inmediatamente.

- ¿qué se te ofrece princesa? Dijo la vieja jirafa.
... (ver texto completo)
- La princesa está no solo molesta, sino enojadísima, tan es así que todos los regalos que traía para ustedes no les serán entregados y pondrá una queja ante la comisión de derechos jirafales, en los que pedirá sea castigada o cuando menos se aplique una fuerte reprimenda a esta zona debido a las humillaciones y maltrato que recibió su hija y por el nulo apoyo que se le brindó. Por todo ello les pido que se retiren y reflexionen sobre su proceder, para que en un futuro no volvamos a tener un problema semejante y que de ahora en adelante nos tratemos como hermanas y seamos hospitalarias con aquellas jirafas que se encuentren en desgracia y esperemos que el castigo que se nos aplique no sea muy riguroso.

La madre de Fira preguntó

- Disculpe jefa, pero usted no sabe que eran los regalos que nos traía la princesa? Digo para saber si nos perdimos de algo bueno.

- Collares, collares hermosos como éste.

Y Fira madre se quedo perpleja, realmente si se había perdido de mucho y con la cabeza gacha se retiro a su acacia.

Varias trompetas anunciaban la retirada del carruaje con la princesa y su hija. La jefa organizó una valla de jirafas para despedirla y al menos no quedar tan mal.

Fira lloraba y lloraba por su amiga, cuando la princesa la mira y dice: ... (ver texto completo)