El hombre todavía puede apagar el ordenador; sin embargo, tendremos que esforzarnos mucho para conservar este privilegio (J. Weizembaum)
El sabio comienza por hacer lo que quiere enseñar y despues enseña (Confucio)
Hazles comprender que no tienen en el mundo otro deber que la alegria (Paul Claudel)
Donde el gusto falta, nada valen el oro y la plata.
El autor es Refrán Popular
y cuya profesión fue Anónimo
El amor no tiene cura, pero es la única cura para todos los males.
A pesar de no ser nunca el definitivo, el primer amor perdura para toda la vida.
El amor no tiene cura, pero es la única cura para todos los males.
El caballito con asombro
reconoció aquel olor,
era el mismo de aquel niño
que tanta felicidad le dio
El joven con ternura lo levantó
y con suavidad el polvo le quitó.
Con gran paciencia y amor
el brillo y el color a su madera devolvió.
EL joven al caballito cargó
y con gran ilusión lo llevó
a una linda habitación.
El caballito reconoció el lugar
era el mismo cuarto
donde una vez tanto jugó.
Un niño vino corriendo
y en su lomo se montó.
y mientras alegre se mecía ... (ver texto completo)
La puerta del desván se abrió un día
y un joven alto y apuesto entró.
Que estaría buscando en aquel lugar
donde solo cosas viejas había?
Con mirada de inspección
el joven por todos los rincones buscó
hasta que pudo encontrar
lo que realmente quería
El caballito con asombro
reconoció aquel olor,
era el mismo de aquel niño
que tanta felicidad le dio
El joven con ternura lo levantó
y con suavidad el polvo le quitó.
Con gran paciencia y amor
el brillo y el color a su madera devolvió.
Un buen día sin saber como ni porqué
lo sacaron de aquel cuarto
donde tanto se divertía
junto a los soldaditos de plomo
y los vagoncitos de tren.
Desde entonces estaba allí
rodeado de trastes viejos
en un sombrío rincón
y sin la alegría de aquel niño ... (ver texto completo)
La puerta del desván se abrió un día
y un joven alto y apuesto entró.
Que estaría buscando en aquel lugar
donde solo cosas viejas había?
Con mirada de inspección
el joven por todos los rincones buscó
hasta que pudo encontrar
lo que realmente quería
En un oscuro y solitario desván
carcomido y empolvado
estaba el triste y solitario
caballito de madera.
Muchos años habían pasado
pero aún recordaba aquellos días
cuando sus dibujos de mil colores, lucía
y su pequeño dueño, en su lomo, se mecía.
Un buen día sin saber como ni porqué
lo sacaron de aquel cuarto
donde tanto se divertía
junto a los soldaditos de plomo
y los vagoncitos de tren.
Desde entonces estaba allí
rodeado de trastes viejos
en un sombrío rincón
y sin la alegría de aquel niño ... (ver texto completo)
En un oscuro y solitario desván
carcomido y empolvado
estaba el triste y solitario
caballito de madera.
Muchos años habían pasado
pero aún recordaba aquellos días
cuando sus dibujos de mil colores, lucía
y su pequeño dueño, en su lomo, se mecía.
Su pequeña mano
una luz brillante la envolvía
y con asombro vio que era su nariz
lo que su mano sostenía
La madre avergonzada
al payasito disculpas pidió
El niño estaba enfermo
y un último deseo pidió ... (ver texto completo)
El payasito comprendió
que su nariz, podía sin él,
continuar la función.
Por esa razón y con profundo amor
su amarilla y brillante nariz
el payasito, al niño regaló.