Gioconda Belli
Hermosura de la dialéctica
a Cosme, mi profesor de filosofía
Estoy viva
como fruta madura
dueña ya de inviernos y veranos,
abuela de los pájaros,
... (ver texto completo)
Crezco y no aprendo a crecer,
no me desilusiono,
ni me vuelvo mujer envuelta en velos,
descreída de todo, lamentando su suerte.
No. Con cada día, se me nacen los ojos del asombro,
de la tierra parida
el canto de los
pueblos,
los brazos del obrero construyendo,
la mujer vendedora con su ramo de hijos,
los chavalos alegres marchando hacia el
colegio.