Azucena, PETRES

Los cortesanos claman: «Este, éste
irrita al cielo, que nos da la peste».
Pronuncia el rey de muerte la sentencia,
y ejecutóla el lobo a su presencia.

Te juzgarán virtuoso
si eres, aunque perverso, poderoso;
y aunque bueno, por malo detestable
cuando te miran pobre y miserable.
Esto hallará en la corte quien la vea,...
Confiese todo el mundo su pecado.
Yo crüel, sanguinario, he devorado
inocentes corderos,
ya vacas, ya terneros,
y he sido, a fuerza de delito tanto,
de la selva terror, del bosque espanto».
«Señor», dijo la zorra, «en todo eso
no se halla más exceso
que el de vuestra bondad, pues que se digna
de teñir en la sangre ruin, indigna,...
Félix María de Samaniego

LOS ANIMALES CON PESTE

En los montes, los valles y collados,
de animales poblados,
se introdujo la peste de tal modo,
que en un momento lo inficiona todo.
Allí donde su corte el león tenía,
mirando cada día...
Después de todo,
tus huesos son huéspedes de tu cuerpo;
tu corazón es un músculo que puede ser extraído.

¿A quién vas a pedirle mejor destino
para tu mendrugo?

Entiéndelo:

El pan es la señal...
Se rompe en nuestras manos
con facilidad,
como las margaritas,
como la magia de lejanos sueños infantiles.

El pan,
humildemente,
se esparce como los mejores recuerdos.
Cada migaja
es una burla a la muerte....