•A la cuarta, ni los bueyes.
•A la cuesta abajo, las calabazas ruedan.
•A la cuesta arriba te quiero mulo, que la cuesta abajo yo me la subo.
•A la culpa, sigue la disculpa.
•A la chata mandinga la han encontrado amontada en un burro con un soldado; Al subir una cuesta se cayó el burro y a la chata mandinga se le vio el culo. Valtorres-Zaragoza
•A la chita callando. Significa hacerlo con mucho sigilo, con disimulo o en secreto. El origen de la frase se atribuye al juego de las chitas. Según cita José Mª Iribarren a Cejador en su Tesoro-Silbantes, "chita es la taba con que juegan los muchachos, y el palito, bolillo o hueso sobre el que se colocan monedas y se tira con tejos, desde cierta distancia, a tumbarlo, ganando el (tejo) que queda más cerca del dinero que cayó".
•A la cuesta abajo, las calabazas ruedan.
•A la cuesta arriba te quiero mulo, que la cuesta abajo yo me la subo.
•A la culpa, sigue la disculpa.
•A la chata mandinga la han encontrado amontada en un burro con un soldado; Al subir una cuesta se cayó el burro y a la chata mandinga se le vio el culo. Valtorres-Zaragoza
•A la chita callando. Significa hacerlo con mucho sigilo, con disimulo o en secreto. El origen de la frase se atribuye al juego de las chitas. Según cita José Mª Iribarren a Cejador en su Tesoro-Silbantes, "chita es la taba con que juegan los muchachos, y el palito, bolillo o hueso sobre el que se colocan monedas y se tira con tejos, desde cierta distancia, a tumbarlo, ganando el (tejo) que queda más cerca del dinero que cayó".