En un oscuro y solitario desván
carcomido y empolvado
estaba el triste y solitario
caballito de madera.
Muchos años habían pasado
pero aún recordaba aquellos días
cuando sus dibujos de mil colores, lucía
y su pequeño dueño, en su lomo, se mecía.
carcomido y empolvado
estaba el triste y solitario
caballito de madera.
Muchos años habían pasado
pero aún recordaba aquellos días
cuando sus dibujos de mil colores, lucía
y su pequeño dueño, en su lomo, se mecía.