En un oscuro y solitario desván
carcomido y empolvado
estaba el triste y solitario
caballito de madera.
Muchos años habían pasado
pero aún recordaba aquellos días
cuando sus dibujos de mil colores, lucía
y su pequeño dueño, en su lomo, se mecía.
carcomido y empolvado
estaba el triste y solitario
caballito de madera.
Muchos años habían pasado
pero aún recordaba aquellos días
cuando sus dibujos de mil colores, lucía
y su pequeño dueño, en su lomo, se mecía.
Un buen día sin saber como ni porqué
lo sacaron de aquel cuarto
donde tanto se divertía
junto a los soldaditos de plomo
y los vagoncitos de tren.
Desde entonces estaba allí
rodeado de trastes viejos
en un sombrío rincón
y sin la alegría de aquel niño
que por tanto tiempo, en su lomo montó
lo sacaron de aquel cuarto
donde tanto se divertía
junto a los soldaditos de plomo
y los vagoncitos de tren.
Desde entonces estaba allí
rodeado de trastes viejos
en un sombrío rincón
y sin la alegría de aquel niño
que por tanto tiempo, en su lomo montó