PETRES: Mientras el tiempo, por su ranchito pasaba...

Entre los postigos de una vieja casa

vivió un niño su primera infancia.

Y todas las tardes,

desde una estrecha ventana,

veía correr, turbia pero en calma,

la pequeña quebrada...

Un patín oxidado y viejo por las calles arrastraba

y a pesar de su pobreza, con alegría jugaba

al ver sus barquitos de papel

navegar por la quebrada

Poseer un trencito fue su ilusión,

y con gran esperanza albergaba

que en alguna Navidad,

el Niño Jesús le regalara

Una gran dama, un diciembre, el barrio visitó.

Muchos regalos para los niños llevaba

y un vagoncito de tren en sus manos dejó.

Era tanta su inocencia, era tanta su emoción,

que quiso manejarlo y sobre el vagón se montó,

sin imaginar que su peso

acabaría con su gran ilusión

Mientras el tiempo, por su ranchito pasaba

y la lluvia inclemente, el techo de zinc azotaba,

en el suelo, botones de mil colores alineaba

y con ellos bandos de ejércitos formaba.

A la hora del recreo

y por el patio de su escuela,

juntaba monedas

con golfeados en venta

Pero siempre encontraba la bandeja vacía

pues los mas grandes compañeros,

por encima de su hombro,

robaban su mercancía