
Quizas mañana
Quizás mañana la dulzura del beso escondido en la caja del amor
no fuera más que un despertar excento de vida.
En el querer ser otro, sin saberlo, la pena perpetúa y no se olvida.
Dejar pasar las horas temblorosas que marcan el tiempo desgarrado en el vacío.
Quizás hoy fueran las penumbras de una noche sin nombre ni sentido.
Quizás mañana una rosa crezca en el desierto y la esperanza reviva el manantial.
Quizás mañana pueda volver a verte sin temor alguno a hacerte mal.
Pero hoy, sin volver la espalda, sin lágrimas de añoro, y habiendo estado
al igual que la última vez, a un paso de la meta, borrado el delirio
volver a empezar en otro lugar, en otro instante, en otro laberinto.
(María Perla Colombares, Colombia)
Quizás mañana la dulzura del beso escondido en la caja del amor
no fuera más que un despertar excento de vida.
En el querer ser otro, sin saberlo, la pena perpetúa y no se olvida.
Dejar pasar las horas temblorosas que marcan el tiempo desgarrado en el vacío.
Quizás hoy fueran las penumbras de una noche sin nombre ni sentido.
Quizás mañana una rosa crezca en el desierto y la esperanza reviva el manantial.
Quizás mañana pueda volver a verte sin temor alguno a hacerte mal.
Pero hoy, sin volver la espalda, sin lágrimas de añoro, y habiendo estado
al igual que la última vez, a un paso de la meta, borrado el delirio
volver a empezar en otro lugar, en otro instante, en otro laberinto.
(María Perla Colombares, Colombia)