Un poema de Pensamientos
Las palabras suelen emerger como capullos que se abren para crear un mundo, y luego se marchitan quedamente.
Los caminos son como destinos de carreteras sempiternas, girando siempre en su propio sentido.
Nosotros, seres humanos, desperdiciamos el momento de apreciar el aroma de las flores junto a ese camino.
No vemos la luz al final del sendero, pues lloramos por lo que ha quedado atrás, lo sufrido, lo ya inalcanzable y perdido.
En el eterno carrusel de la ilusión humana, que forja castillos en el aire, no se considera el tipo de suelo por debajo.
Habiendo estado hoy y siempre a un paso de la meta,
borrado el ayer para volver a comenzar.
Las palabras suelen emerger como capullos que se abren para crear un mundo, y luego se marchitan quedamente.
Los caminos son como destinos de carreteras sempiternas, girando siempre en su propio sentido.
Nosotros, seres humanos, desperdiciamos el momento de apreciar el aroma de las flores junto a ese camino.
No vemos la luz al final del sendero, pues lloramos por lo que ha quedado atrás, lo sufrido, lo ya inalcanzable y perdido.
En el eterno carrusel de la ilusión humana, que forja castillos en el aire, no se considera el tipo de suelo por debajo.
Habiendo estado hoy y siempre a un paso de la meta,
borrado el ayer para volver a comenzar.