En el silencio crece el viento
con su hoja única y su
flor golpeada,
y la arena que tiene sólo tacto y silencio,
no es nada, es una
sombra,
una pisada de
caballo vago,
no es nada sino una ola que el tiempo ha recibido,
porque todas las
aguas van a los ojos fríos
del tiempo que debajo del océano mira.