Enrique Durán
El madrigal de los ojos verdes
De verdes varios, tallada
en mil facetas, la huerta,
el bello paisaje amado
que nuestra dicha contempla.
Verde el agua en los regajos,
en el estanque, en la acequia;
verde el río entre que entre campos,
siempre verdes, zigzaguea.
Verde intenso en los labrados,
verde bronce en la arboleda,
verde el mar que allá, a lo lejos,
suavemente rumorea...
Verde, verde en el paisaje
y en tus ojos que contemplan
con sus vivas esmeraldas
la huerta lozana y bella,
y si es ella no se sabe
la que a tus ojos luz presta
o es la luz de tus pupilas
que en la huerta reverbera.
El madrigal de los ojos verdes
De verdes varios, tallada
en mil facetas, la huerta,
el bello paisaje amado
que nuestra dicha contempla.
Verde el agua en los regajos,
en el estanque, en la acequia;
verde el río entre que entre campos,
siempre verdes, zigzaguea.
Verde intenso en los labrados,
verde bronce en la arboleda,
verde el mar que allá, a lo lejos,
suavemente rumorea...
Verde, verde en el paisaje
y en tus ojos que contemplan
con sus vivas esmeraldas
la huerta lozana y bella,
y si es ella no se sabe
la que a tus ojos luz presta
o es la luz de tus pupilas
que en la huerta reverbera.