Arachis hypogaea
cacahuete
Taxonomía
Reino: Plantae
División: Magnoliophyta
Clase: Magnoliopsida
Orden: Fabales
Familia: Fabaceae
Subfamilia: Faboideae
Tribu: Aeschynomeneae
Género: Arachis
Especie: Arachis hypogaea
L.
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Valor nutricional por cada 100 g
Energía 571 kcal 2385 kJ
Carbohidratos 21 g
• Azúcares 0
• Fibra alimentaria 9 g
Grasas 48 g
Proteínas 25 g
Agua 4.26 g
Tiamina (vit. B1) 0.6 mg (46%)
Niacina (vit. B3) 12.9 mg (86%)
Ácido pantoténico (vit. B5) 1.8 mg (36%)
Vitamina B6 0.3 mg (23%)
Vitamina C 0 mg (0%)
Calcio 62 mg (6%)
Hierro 2 mg (16%)
Magnesio 184 mg (50%)
Fósforo 336 mg (48%)
Potasio 332 mg (7%)
Zinc 3.3 mg (33%)
% de la cantidad diaria recomendada para adultos.
Fuente: en la base de datos de nutrientes de USDA.
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Arachis hypogaea, comúnmente conocido como cacahuete, caguate, cacahuate o maní, es una legumbre de la familia de las Fabaceae (fabáceas) cuyos
frutos de vaina -se asocian popularmente por su morfología a los frutos secos1- contienen semillas apreciadas en la gastronomía.
Descripción
Es una hierba anual, erecta o con tallo ascendente de 30-80 cm de altura, con tallos pubescentes de
color amarillento, glabrescentes. Estípulas de 2-4 cm, pilosas. Hojas generalmente son de cuatro folioladas con pecíolo de 4 a 10 cm, cubiertas con tricomas flexuosos largos, de margen ciliado y ápice.
Flores de 8 a 10 mm con tubo del cáliz estrecho de 4 a 6 mm. Corola de color amarillo dorado;
estandarte abierto y alas distintas, oblongas a ovadas; quilla distinta, muy ovada, más corta que las alas, con ápice acuminado a picudo. Ovario oblongo con el estilo terminado por un estigma pequeño, escasamente pubescentes. El
fruto es una legumbre, pero considerada un fruto seco, de desarrollo subterráneo, oblonga, inflada, de 2-5 × 1-1,3 cm, de paredes gruesas, reticuladas y veteadas, con de una a cuatro (menos de seis) semillas. Estas últimas tienen un tegumento de color rojizo oscuro, son oblongas y de unos 5-10 mm de diámetro.
Origen
Un estudio genético publicado en 2016 ha revelado que el maní es un híbrido de dos especies silvestres. Se originó por el cruce del óvulo de A. duranensis (distribuida en el sur de
Bolivia y norte de
Argentina) con el polen de A. ipaensis (conespecífico actualmente con A. magna, que crece y se distribuye en la selva de
Brasil). Esta hibridación ocurrió de la mano de la recolección y migración humana, así como con la polinización natural de
insectos, hace unos 9400 años, en la actual región sub-andina del sur de Bolivia (Chuquisaca y Tarija).
Las semillas de estos híbridos fueron recolectadas por los antiguos pobladores de estas regiones y llevados hacia el noroeste, cruzando la Cordillera de los Andes.
A. hypogaea se ha cultivado para el aprovechamiento de sus semillas desde hace 7000 u 8000 años. Tom Dillehay, arqueólogo estadounidense, descubrió los restos de los manís más antiguos, datados del año 6494 a. C, en Paiján y en el
valle de Ñanchoc (actual Cajamarca,
Perú) en la parte alta del
río Zaña, que resultó ser el lugar de cultivo más antiguo del continente.
El inchik (nombre de la semilla en quechua) fue consumido y representado desde las culturas y ciudades más antiguas de América. Se utilizaban en la gastronomía: la lagua o leche de inchik, y el inchicapi, que eran la chicha fresca y la sopa respectivamente. El inchik fue cincelado en algunas
estatuas de deidades en los templos de la civilización chavín (aproximadamente, 1200 años a. C.), en el centro-oeste de Perú.
Se introdujo a Mesoamérica desde al menos el siglo I a. C., según el registro de Tehuacán (estado de Puebla,
México), en donde se le llamó tlalcacáhuatl (en idioma náhuatl "cacao de la tierra"). Se volvió parte de los ingredientes para preparar mulli o mole, mezcla para ofrecer a los grandes dioses mesoamericanos. Por otro lado, en las islas del Caribe esta semilla se llamó en lengua taína como maní.
Posteriormente en la época del Intermedio Temprano (200 a. C.-700 d. C.), la forma de la cáscara de la semilla fue utilizada de forma artística, tal es el caso de la joyería mochica en representaciones antropomorfas en oro, plata y cobre, como por ejemplo los collares de oro del Señor de Sipán, en el siglo III.
Mil años después, en el Horizonte Tardío, los incas usaron el aceite extraído del inchik mezclado con el aceite de una especie de
árbol de ungüento, utilizando el resultado para la protección de la piel.
Los conquistadores españoles conocieron el consumo de esta semilla al llegar al continente americano en un
mercado de la capital azteca, México-Tenochtitlan, en el siglo XVI. En Europa su cultivo entró a través de
España, concretamente de
Valencia, donde sigue siendo una de las principales producciones agrícolas. El
comercio de las potencias europeas de la Edad Moderna introdujo la semilla en otros continentes.
George Washington Carver, botánico afroestadounidense, lo propuso para la industria en la primera mitad del siglo XX. En la actualidad, su cultivo se ha extendido ampliamente por regiones de Asia, África y Oceanía.