Museo de la Almoina: El Centro Arqueológico de l'Almoina es un museo arqueológico situado en la
plaza de la Almoina, en el
centro histórico de
Valencia. Fue inaugurado en 2007 y se encuentra situado en la antigua plaza
romana de Décimo Junio Bruto. Restos arqueológicos
Los restos arqueológicos salieron a la luz en el año 1985, tras la
compra de esos terrenos por parte de la Basílica de la ciudad, en su proyecto de ampliación del
edificio religioso. Proyecto que no podría llevarse a cabo debido, precisamente, a la paralización de las obras en el momento en que salieron los primeros restos arqueológicos. Tras la compra de dicho terreno por parte del
Ayuntamiento de Valencia, ese mismo año comenzaron las intervenciones arqueológicas, que se llevarían a cabo hasta 2005. Tras un estudio pormenorizado, el conjunto se pondría en valor, convertido en Museo Arqueológico e inaugurado por la alcaldesa Rita Barberá en 2007.
El Museo alberga los restos sacados durante las excavaciones, tanto restos constructivos como elementos de cultura material, pertenecientes a varios
edificios monumentales datados en diferentes épocas, inscripciones, elementos arquitectónicos sueltos, más de Época republicana
Es en este mismo lugar donde, en época tardo republicana romana, en 138 a. C., se fundó la ciudad romana de Valentia Edetanorum con su rito de fundación asociado. mil monedas y más de quinientos restos de
cerámica, entre otros. Época imperial
Al final del reinado de Augusto, en un momento indeterminado entre el 5 a. C. y el 5 d. C., dentro de la política urbanística del primer emperador que afectó a toda la geografía del Imperio, parecen detectarse nuevamente signos de presencia humana (restos de animales y piezas de cerámica de terra sigillata itálica). Alta Edad Media
a. Muro de gran grosor, b. Frente de la
muralla del alcázar. c.
Patio con
pozo.
Tras la caída del Imperio
romano en el siglo V, el gobierno de Valentia pasó a formar parte de los visigodos. Durante esta etapa, a pesar de que todavía se mantiene buena parte de la rectilínea trama urbana de época romana y muchos de sus sólidos edificios, el aspecto de la ciudad visigoda está delimitado por la impronta cristiana, que es el principal dinamizador urbanístico. Baja Edad Media
Sin embargo, sería ya a partir de época cristiana, durante el Reino de Valencia, cuando el lugar tomaría el nombre que sigue recibiendo hoy en día. En 1303, el obispo de la ciudad Ramón Despont, fundó la Almoina (que significa “limosna” en valenciano”) de la
catedral de Valencia, conocida popularmente como Almoina d’en Conesa. Era una institución benéfica dedicada a la manutención de personas sin recursos. En 1314 se trasladó su sede a la
casa que Bernat Desclapers poseía en las inmediaciones de la catedral. Allí se suministraban alimentos a los pobres que, posteriormente, aún en el siglo XIV, se substituyeron por la entrega de “cinch diners” a cada persona. A partir de mediados del XIV, la sala destinada a los menesterosos se usó como
escuela de gramática y teología. El edificio tuvo otras funciones, entre ellas cárcel de refugiados acogidos a la inmunidad eclesiástica, al menos entre los siglos XVII-XVIII. Su estrecha
fachada daba a la plaza de l’Almoina, a la cual dio nombre, y la trasera a la
calle de Almudín. El edificio fue derribado en el siglo XIX.
La excavación fue recuperando la planta del edificio, con una única nave, que recorría el solar de norte a sur, con diversos contrafuertes y apoyos para los
arcos. Además, también se encontraron numerosos restos de cerámica, datados a partir del siglo XIV.