La Virgen de Santerón y Vallanca
El origen de la devoción de los vallanqueros por la Virgen de Santerón, como el mismo hallazgo de la imagen, se halla fundado en la tradición y la leyenda, en tanto no hay registro documental que lo acredite. Parece que los moradores de la villa sufrieron algún tipo de peste o sequía, que afectó a todos los hogares del lugar. Ante tamaña desgracia, el Consejo local convino hacer una rogativa hasta la ermita de Santerón, en Algarra (Cuenca), implorando la intercesión de la Virgen, y su protección: todo el vecindario, precedido por una cruz procesional, autoridades civiles y religiosas incluidas, se encaminaron a la ermita algarreña y se bajaron en andas la imagen de la Virgen a Vallanca, colocándola en el altar mayor, al tiempo que le ofrecían un novenario. Sea como fuere, el mal cesó, los enfermos mejoraron y el pueblo y autoridades, agradecidos por la intercesión divina acordaron celebrar cada siete años un novenario a la imagen de la Virgen de Santerón, en recuerdo y agradecimiento por el bien recibido. Este es el origen tradicional de los Septenarios en honor de la Virgen de Santerón -que congrega gran cantidad de fieles de ambos lados de la sierra de Santerón, de Castilla-La Mancha, Valencia y Aragón-: el primero tuvo lugar hacia 1718, apenas concluida la Guerra de Sucesión Española (1701-1714). El último fue el «XLII Septenario» y tuvo lugar en 2012, el próximo será en 2019.
El origen de la devoción de los vallanqueros por la Virgen de Santerón, como el mismo hallazgo de la imagen, se halla fundado en la tradición y la leyenda, en tanto no hay registro documental que lo acredite. Parece que los moradores de la villa sufrieron algún tipo de peste o sequía, que afectó a todos los hogares del lugar. Ante tamaña desgracia, el Consejo local convino hacer una rogativa hasta la ermita de Santerón, en Algarra (Cuenca), implorando la intercesión de la Virgen, y su protección: todo el vecindario, precedido por una cruz procesional, autoridades civiles y religiosas incluidas, se encaminaron a la ermita algarreña y se bajaron en andas la imagen de la Virgen a Vallanca, colocándola en el altar mayor, al tiempo que le ofrecían un novenario. Sea como fuere, el mal cesó, los enfermos mejoraron y el pueblo y autoridades, agradecidos por la intercesión divina acordaron celebrar cada siete años un novenario a la imagen de la Virgen de Santerón, en recuerdo y agradecimiento por el bien recibido. Este es el origen tradicional de los Septenarios en honor de la Virgen de Santerón -que congrega gran cantidad de fieles de ambos lados de la sierra de Santerón, de Castilla-La Mancha, Valencia y Aragón-: el primero tuvo lugar hacia 1718, apenas concluida la Guerra de Sucesión Española (1701-1714). El último fue el «XLII Septenario» y tuvo lugar en 2012, el próximo será en 2019.