Yo jugue de niña en el
edificio, me encantaba rodar en la
puerta y recorrer los pasillos, para mí era un
juego.fué una
feliz infancia en mi
pueblo natal. Era feliz, saltaba por los
arboles de la Glorieta, jugando a Tarzan, podía entrar en el banco de
españa sin vigilancia y jugar a muñecas con mi
amiga de la infancia, algo que no volvere a recuperar, eso fué hace treintaytantos.y todavía me siento como entonces, la balsa, los
juegos, la inocencia, el pudor de la epóca y las ganas de vivir, la glorieta
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