Aunque haga años que no paseo por las calles de Acedera, siempre la llevo en mis adentros. Sus calles, su gente, mi gente. El tiempo y la vida hace que a veces te alejes de las cosas que más te han llenado de alegria, y eso siempre pasa factura. Os puedo asegurar desde lo más profundo de mi ser que a pesar de no tener noticias mías, yo siempre sé de vosotros.