Recordando a Romeo y Julieta
Esta noche no fumo, no quiero acabar amargado por un simple cigarrillo, de todas formas, agradezco a Ventosillano todas esas soluciones para matar el gusanillo. Ayer era un día especial, y me acordé del cigarrillo, pero ya hace más de un año que me quitaron del tabaco, el mismo día que me arrancaron la voz, pero podría haber sido peor, aun puedo hablar por señas.
Pero lo que yo quería contar era otra cosa, era que...
Me hubiera gustado vivir en Verona, en esa preciosa ciudad italiana, y meterme en su corte y codearme con esas mujeres de gran talla. Conocer a Capuleto y sobre todo a ese encanto de hija, discreta, cabal y con mucho porte, Julieta….
Ni París ni el mismo Romeo, me la hubieran quitado a mí.
Vaya gozo en esa época, cruzar un guante en la cara y decirle..... a las siete, con testigos a las afueras de la ciudad nos batiremos para salvar el honor, vos elegid las armas.
Dar media vuelta, envolverse en una capa y ordenar al criado... ¡mi caballo!.
Esta noche no fumo, no quiero acabar amargado por un simple cigarrillo, de todas formas, agradezco a Ventosillano todas esas soluciones para matar el gusanillo. Ayer era un día especial, y me acordé del cigarrillo, pero ya hace más de un año que me quitaron del tabaco, el mismo día que me arrancaron la voz, pero podría haber sido peor, aun puedo hablar por señas.
Pero lo que yo quería contar era otra cosa, era que...
Me hubiera gustado vivir en Verona, en esa preciosa ciudad italiana, y meterme en su corte y codearme con esas mujeres de gran talla. Conocer a Capuleto y sobre todo a ese encanto de hija, discreta, cabal y con mucho porte, Julieta….
Ni París ni el mismo Romeo, me la hubieran quitado a mí.
Vaya gozo en esa época, cruzar un guante en la cara y decirle..... a las siete, con testigos a las afueras de la ciudad nos batiremos para salvar el honor, vos elegid las armas.
Dar media vuelta, envolverse en una capa y ordenar al criado... ¡mi caballo!.