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ALMENDRAL (Badajoz)

La merina con su cría
Foto enviada por 2010

Pues sí, yo pienso igual; que el Sr. Dioniso sabe lo que se trae entre manos. Nada más hay que observar las respuestas tan acordes que recibe.
Hace un par de días le mandé un privado y se lo comuniqué desde este foro para que lo viera porque según me comenta hay quien manda privados para reconocer el IP de quien contesta y usarlo con otros fines. Como me tenia que dar de alta en el otro foro y no me los leía, sino que me los rechazaba, por eso se lo comuniqué primero.
Con las ocurrencias del lobito ... (ver texto completo)
Con esto de la “intelnet”, donde los hombres firmamos con nombres de mujer y al revés, cada vez nos conocemos menos. Aquí las relaciones se apoyan en personalidades inventadas (menos Piri) en las que los barrigudos viejos nos hacemos pasar por esbeltos guayabos, los embusteros compulsivos y estafadores se nos presentan como seres inefables preñados de honorabilidad y no venden “la amoto” y, los mamones de toda la vida incluidos sus ancestros lejanos y recientes dicen, que los “chupopteros son otros. Y esos otros para ellos, generalmente son los recién llegados al mundo de la política activa o los que han conseguido abrirse camino luchando a brazo partido contra las fieras carroñeras que actúan unas veces solos y otras en manadas; en la intrincada selva
de los intereses dinerarios, poblada por una fauna la mayoría de las veces ignorantes de que sólo los usan como sujetos susceptibles de ser esquilmados hasta su último hálito. Para ello, se valen de todas las argucias que a lo largo de siglos, sus predecesores han ido recopilando. Saben, están convencidos, que en general, somos tontos del culo y que basta con azuzar nuestros más bajos instintos, (porque al parecer hay también instintos altos pero que yo no sé cuales son pero ellos dicen que son los suyos) para manejarnos como marionetas de guiñol. En eso anda ahora el partido político, la manada, que aspira a controlar a su manera y explotar en beneficio propio esta jaula de grillos a la que hemos convenido en llamar España. O la Españas, que decimos tú y yo. Se trata del quítese usted señor, que me pongo yo. Y no hay reglas ni éticas ni morales. Eso si, con una cara más dura que el pedernal y siguiendo el guión metódicamente, quieren hacen ver lo blanco negro y al contrario. Como siempre, para qué engañarnos.

Miremos a Grecia: ültimamente, ha estado gobernando allí la derecha con mayoría absoluta, por lo tanto, han aplicado las recetas liberales de la señorita Pepis. Han sido años dorados para ellos, nadie ha dicho ni pío y si acaso, que era un “milagro”; como si existieran. Mercados y banqueros han facturado miles de millones de pasta gansa al precio de ahora ayudando “caballerosamente” a los “gobernantes” para tapar sus trampas y deudas sin que el vecindario se percatase. Todo iba de cojón de pato, el milagro consistía en rebajar impuestos, recortar el gasto público, “desregular” los mercados. En fin, un paraíso en el que “los señores” del dinero ganaban más moviéndose en una amplía gama de colores, entre el blanco impoluto y el negro ciénaga. Pero estalló la “burbuja” el dinero se decoloró y encima gana la izquierda. Se acabó la comprensión ¿Vaya usted a saber qué ideas trae esta gente! Con la derecha era diferente, son gente de orden como nosotros, pero con estos hay que sacar la calculadora. Así, que los mismo bancos que ayer hacían negocios con unos gobernantes tramposos e irresponsable, pero de “los suyos”, ahora se ceban sin piedad con unos esforzado y con coraje, pero de izquierdas, “de los otros”.

Y ya conocemos el cuento: “la derecha y sus dogmas económicos hacen negocios, la izquierda gobierna para pagarlos y pasar a la historia como la culpable. Marianiño y los suyos se apuntan decididos a comerse ahora el pastel igual que hicieron antes.

Mañana te cuento moza, lo de la boda de la nena de Pepi Mari y su amiguito del alma D. Vito, un señor al que (al parecer) desconocían en Hacienda que somos todos porque nunca cotizó, (como La Lola de España, Lolita para sus amigos), y de la que el susodicho fue inspector.

Salud. ... (ver texto completo)
UNA aclaracion este señor CANUTO no soy yo. MI NONBRE ES CATUNO
Una aclaracion, yo soy CANUTO,
CATUNO ES OTRO.
Si no fuera porque eso lo escribió Garzon hace ya mucho tiempo, cualquiera diria que esta hablando del rajoy y la rubia teñia y sus tesoreros y de los de Valencia y de todo esos de gurtel y de los papas de roma y de toa esa panda.
UNA aclaracion este señor CANUTO no soy yo. MI NONBRE ES CATUNO
El concepto de corrupción es confuso y amplio porque en su sentido físico es aplicable a cualquier objeto, y en sus aspectos intelectual, sentimental, político, social y económico, al ser humano en general. No todos se venden por dinero. Las motivaciones de quienes caen en la corrupción a menudo van más allá de lo económico: la propia convicción, el odio o la venganza, pasando por intereses de cualquier orden, incluido el de favorecer a los suyos, pueden corromper a una persona. Tampoco existe una ... (ver texto completo)
Si no fuera porque eso lo escribió Garzon hace ya mucho tiempo, cualquiera diria que esta hablando del rajoy y la rubia teñia y sus tesoreros y de los de Valencia y de todo esos de gurtel y de los papas de roma y de toa esa panda.
El concepto de corrupción es confuso y amplio porque en su sentido físico es aplicable a cualquier objeto, y en sus aspectos intelectual, sentimental, político, social y económico, al ser humano en general. No todos se venden por dinero. Las motivaciones de quienes caen en la corrupción a menudo van más allá de lo económico: la propia convicción, el odio o la venganza, pasando por intereses de cualquier orden, incluido el de favorecer a los suyos, pueden corromper a una persona. Tampoco existe una sola clase de corrupción, ya que puede ser ésta pública o privada, clásica o moderna, y afectar a instituciones o sectores del Estado o de la justicia, en sistemas democráticos o en dictaduras. Pero se trata esencialmente de un fenómeno generador de injusticia y desigualdad entre los ciudadanos y, por ende, de desconfianza: ante la falta de respuestas adecuadas por parte de quienes tendrían obligación de perseguir las prácticas corruptas y no lo hacen, se presume la corrupción del sistema.

Baltasar Garzón Real ... (ver texto completo)