Capitulo a 9 Escuchaba sentado a la sombra de una palmera en la casa de la “nena”, canciones de un algo que salta y me hiere las neuronas de aquel niño que ayer yo fuese y hoy de él escribiese,
Canciones que se lanzan al viento, que se van y se vienen, que se retuercen y en la lejanía sus decibelios desaparecen,
Son como las penurias de los pobres, penurias que se estremecen por una limosna, en las puertas de las catedrales,
Son canciones ingenuas de viejos cantares que tienen ambigua la historia y clara la pena,
Canciones que se cantan al salir de la escuela o en los atardeceres de un parque que huele a tierra mojada y a rosales silvestre, .
Canciones que se lanzan al viento, que se van y se vienen, que se retuercen y en la lejanía sus decibelios desaparecen,
Son como las penurias de los pobres, penurias que se estremecen por una limosna, en las puertas de las catedrales,
Son canciones ingenuas de viejos cantares que tienen ambigua la historia y clara la pena,
Canciones que se cantan al salir de la escuela o en los atardeceres de un parque que huele a tierra mojada y a rosales silvestre, .