Le canto a una tarde que se muere por vieja, a un sol que esta en decadencia... Después de un día donde brilló... Lleno de inusitada prepotencia, al azul del cielo que comienza a notar su ausencia, a las estrellas que se debaten con insistencia... Entre la oscuridad y la incandescencia,
A un día abrasador que se resiste a perder su fulgor, a esa luz que sin demasiada convicción lucha porque no gobierne la oscuridad, que encierra esa noche negra,
A esa brisa que navega entre dos nubes de terciopelo, a ese reloj que en su caminar... Le importa la noche y el día un bledo y si comparte o no mi credo,
Cuando las burbujas de mi recuerdo afloran, cuando las cataratas de mis deseos se rompen contra el suelo... De una realidad llena de complejos, no se la extraña razón que me domina, para que mi piel empiece a notar el sabor de tus caricias y el aroma de tus sembrados, y cuando más lejos me siento de tú lado... Más cerca de mi memoria está tú dogma,
La brisa que le da a mi cuerpo el frescor que precisa... Tiene mucha prisa por desaparecer del círculo que me domina, porque todo es humo que como viene se va y a mí indiferente por más que quiera no me puede dejar ese pueblo de Almendral.
Capitulo a-8.
A un día abrasador que se resiste a perder su fulgor, a esa luz que sin demasiada convicción lucha porque no gobierne la oscuridad, que encierra esa noche negra,
A esa brisa que navega entre dos nubes de terciopelo, a ese reloj que en su caminar... Le importa la noche y el día un bledo y si comparte o no mi credo,
Cuando las burbujas de mi recuerdo afloran, cuando las cataratas de mis deseos se rompen contra el suelo... De una realidad llena de complejos, no se la extraña razón que me domina, para que mi piel empiece a notar el sabor de tus caricias y el aroma de tus sembrados, y cuando más lejos me siento de tú lado... Más cerca de mi memoria está tú dogma,
La brisa que le da a mi cuerpo el frescor que precisa... Tiene mucha prisa por desaparecer del círculo que me domina, porque todo es humo que como viene se va y a mí indiferente por más que quiera no me puede dejar ese pueblo de Almendral.
Capitulo a-8.
