Luz ahora 0,13001 €/kWh
Este año se puede sacrificar más de un cochino, van baratos según dicen, por lo que el día de Mauricio habrá condumio en abundancia.
En las casas no creo que se maten muchos, porque con tanto colesterol, sobrepeso y esas cosas, el personal no está por la labor. Además da mucho trabajo. Esperemos que “el Moderno” haga acopio para cuando lleguen los forasteros que están por ahí fuera, que no se queden con las ganas.
Dicen los entendidos, que esta costumbre se remonta a los tiempos de los celtas y que se trata de apañar uno o dos gorrinos para proveer a la familia de los componentes cárnicos necesarios para alimentarse hasta que llegue el otoño. Claro que, ahora la cosa ya funciona de otra manera, porque te acercas a una de esas grandes superficies y te mercas unos cuantos chorizos ya curados, o cuarto y mitad de alguna de sus partes. Mucho no que se echa a perder.
Antes, en febrero o marzo, los que podía, se hacían con uno o dos lechones, los metían en la zahúrda y los engordaban hasta que llegara esta época. Comían, y comen, de todo, así que todas las sobras iban a parar a la pocilga. Había que sacarlos un rato al corral para que estiraran las patas y de paso, se aprovechaba para asear la porqueriza. La cochinera es un corral de dimensiones muy reducidas, para que el animal no gaste energías y así se ponga más gordito. Pero no hay duda que los que están más buenos son los que se crían sueltos por el campo, a su aire, comiendo lo que pillen, aunque haya que ayudarlos con bellotas o trigo o cebada que; al precio que van y lo barata que se ha puesto la carne porcina, más cuenta trae venderlos para peladillas. Bueno, eso es lo que dicen, pero al precio que van sus productos en el mercado, parece que le han dado de comer oro molido.
Cuando yo era carnívoro y todavía comía, de estos bichos me gustaba hasta el contoneo que hacían con sus jamones al andar, aunque ahora me sigue gustando un buen botillo con coles o garbanzos o con las dos cosas. De ellos, como de las personas, se aprovecha todo. En realidad, dicen que sus órganos son los más aptos para trasplantar a los humanos. Día llegará en que iremos tan campantes con un corazón o un riñón de este benigno animal, y sino, al tiempo.
Cuando lo de la convivencia entre moros, judíos y cristianos, por las Castillas, el día de la matanza tenía una importancia especial y se hacía en plena calle, para demostrar que la familia eran cristianos viejos. Hoy aún, en Burgos de Osma se sigue haciendo así y es fiesta declarada de interés nacional.
Para que veas lo que son las cosas moza recia.
Salud.
En las casas no creo que se maten muchos, porque con tanto colesterol, sobrepeso y esas cosas, el personal no está por la labor. Además da mucho trabajo. Esperemos que “el Moderno” haga acopio para cuando lleguen los forasteros que están por ahí fuera, que no se queden con las ganas.
Dicen los entendidos, que esta costumbre se remonta a los tiempos de los celtas y que se trata de apañar uno o dos gorrinos para proveer a la familia de los componentes cárnicos necesarios para alimentarse hasta que llegue el otoño. Claro que, ahora la cosa ya funciona de otra manera, porque te acercas a una de esas grandes superficies y te mercas unos cuantos chorizos ya curados, o cuarto y mitad de alguna de sus partes. Mucho no que se echa a perder.
Antes, en febrero o marzo, los que podía, se hacían con uno o dos lechones, los metían en la zahúrda y los engordaban hasta que llegara esta época. Comían, y comen, de todo, así que todas las sobras iban a parar a la pocilga. Había que sacarlos un rato al corral para que estiraran las patas y de paso, se aprovechaba para asear la porqueriza. La cochinera es un corral de dimensiones muy reducidas, para que el animal no gaste energías y así se ponga más gordito. Pero no hay duda que los que están más buenos son los que se crían sueltos por el campo, a su aire, comiendo lo que pillen, aunque haya que ayudarlos con bellotas o trigo o cebada que; al precio que van y lo barata que se ha puesto la carne porcina, más cuenta trae venderlos para peladillas. Bueno, eso es lo que dicen, pero al precio que van sus productos en el mercado, parece que le han dado de comer oro molido.
Cuando yo era carnívoro y todavía comía, de estos bichos me gustaba hasta el contoneo que hacían con sus jamones al andar, aunque ahora me sigue gustando un buen botillo con coles o garbanzos o con las dos cosas. De ellos, como de las personas, se aprovecha todo. En realidad, dicen que sus órganos son los más aptos para trasplantar a los humanos. Día llegará en que iremos tan campantes con un corazón o un riñón de este benigno animal, y sino, al tiempo.
Cuando lo de la convivencia entre moros, judíos y cristianos, por las Castillas, el día de la matanza tenía una importancia especial y se hacía en plena calle, para demostrar que la familia eran cristianos viejos. Hoy aún, en Burgos de Osma se sigue haciendo así y es fiesta declarada de interés nacional.
Para que veas lo que son las cosas moza recia.
Salud.