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ALMENDRAL: 333Honorables señores chorizos....

333Honorables señores chorizos.
Desde aquí, desde la seca Fuente del Concejo, en Almendral (Badajoz), tengo el honor de dirigirme a todos ustedes, en primer lugar, para felicitarles por los éxitos que hasta ahora han obtenido en el desenvolvimiento de sus labores encaminadas a esquilmar todos los bolsillos de los tontos del bote que nos hemos puesto hasta ahora, en su punto de mira. Trabajo que han hecho y espero sigan haciendo en un futuro próximo, con la encomíable habilidad que les caracteriza.

Luego, exhortarles a seguir por esa buena senda, al objeto que no se dejen llevar del desánimo que gente sin conocimiento de su loable y esforzado quehacer diario, puedan hacerles llegar con sus rudimentarios comentarios, con la malsana intención de que su ánimo flaquee y cesen o disminuyan en esas sus actividades de las que tan orgullosos deberíamos sentirnos todos los españolitos sin distinción de clase, sexo, creencias o cualquier otra circunstancia política o social.

Después, recordarles, que son todos ustedes fuente de sabiduría y saber estar en el entramado de pueblos, costumbres, leyes e intereses que conforman esta nuestra identidad cultural y que, gracias a sus denodados esfuerzos, han conseguido elevar a cimas tan sumamente altas, que creo que de momento, son insuperables para otros conjuntos sociales ajenos a nuestra realidad.

Como pueden ver casi cada día, esos ínclitos e infalibles juzgadores que la sociedad de la que ustedes y nosotros los tontos del carajo formamos parte inseparable, les dan (a ustedes y sus trabajos) toda la razón en las sapientísimas resoluciones por ellos dictadas, que, aunque, a veces nos resulten incongruentes y contradictorias (a los tontos del pijo), analizadas en su fondo por experimentados entendidos, es todo un compendio de sensatez y raciocinio.

Más tarde; exponerles con el debido respeto y consideración, que es totalmente razonable que, uno cualquiera que padezca déficit alimentario e intelectual, por falta de previsión o dejadez de sus señores progenitores, si, por ejemplo, entra en una expenduría de un alimento de los llamados básicos, como puede ser el pan nuestro de cada día y dice a la expendedora de turno, “esto es un atraco, dame todo lo que hay en la caja y esa barra maquilera o te mando al otro barrio,” debe ser detenido por los alguaciles ipso facto, empapelado y enviado a un establecimiento de custodia y rehabilitación, para que purgue la culpa inherente a su execrable acción, que además, es causa que motiva tan gran zozobra o intranquilidad social, que amenaza con dar al traste con el siempre difícil
equilibrio emocional de los hombres, mujeres, ancianos y ancianas y niños y niñas, de nuestra muy evolucionada forma de vida en pacífica y armoniosa convivencia.

Y por último; agradeceros a todos, cualquiera que sea el puesto que ahora ocupéis en vuestro escalafón, sea aprendiz, oficial, graduado, maestro, o gran maestro, incluidos los señores concejales del Ejido y su alcalde, o de Marbella, presidente del Palu de la Música o del Orfeó Catalán, del Banco o de la Caixa Tal y Pascual, de alguna o algunas CCAA o de la de los madriles y también, a los señores presidentes de los grandes sindicatos y partidos políticos, fundaciones, mutuas y otras entidades cívicas como la Gran Patronal Española, y los Purpurados en toda su amplia gama y facetas, que sigáis desempeñando siempre vuestras funciones con el ahínco que os caracteriza en bien la humanidad toda y, sobre todo y fundamentalmente, para que podamos salir de este oscuro lodazal en el que, los bobos de capirote nos hallamos embarrados hasta las trancas y del que seríamos incapaces de salir sin vuestros desinteresados esfuerzos.

Gracia que de ustedes espero obtener, conociendo y reconociendo, vuestra infinita sabiduría, la bondad de vuestros inmaculados corazones, la dificultad que entraña esa vuestra desinteresada tarea encaminada a la recuperación de la vida espiritual, económica y dignidad de todos nosotros, siempre tan vulgares y tan proclives a dejarnos atrapar en las trampas que El Maligno nos tiende.
Gracias, mil gracias honorabilísimos señores.

Salud.