Peluquerías -25% €/kWh
Ya veo que te cuelgan mechones de escarcha hasta de tu inexistente nariz. Si tus caños echasen agua también estarían congelados, como está aterida el alma de media humanidad. La mía no porque el humo no se hiela y además por donde me muevo ahora hay mucha leña de esa que están usando en algunos países para calentar la olla, y las manos. Dicen que es por culpa de los rusos, esos tíos tan malvados que les han cerrado el grifo del combustible gaseoso; pero o dicen que ellos, los que se están quedando como témpanos, le hacían sisa en el caudal de las tuberías que lo transportaban. Ni que le quieren instalar unas cuantas baterías de lanzacohetes en el patio de atrás, para que estén con el canguelo en el cuerpo y el culillo apretado.
Estas cosas son como todas. En Oriente tienen a un grupo de gente metidos en un corral y no le suministran nada, a ver si se mueren ellos solos y así se ahorran el gasto que están haciendo en metralla y, en África todo sigue igual, muriéndose el personal de hambre, sed, ébola, sida, cólera y, si alguno se salva, cuatro tiros dados por algún niño soldado y listo.
Por las Españas, al parecer no hay problemas de esos, porque los moros, no nos han cortado el chorro ninguna vez todavía. Ni cuando lo de la toma de Peregil. Eso sí, andamos a la greña por la cosa del reparto de los dineros, ¡natural!, ¿te acuerdas de aquella cancioncilla que decía, toooodos quereeeemos más y maaaás y más y mucho maaaaás? Además, nosotros somos los mejores y por eso queremos más, porque nos merecemos más, porque aunque seamos menos estamos mas repartidos y tenemos más gastos y trabajamos mucho más, no como otros, que sólo tienen que atender a mas gente.
En el País de los verdes valles y las frondosas montañas hoy empieza otro circo para regocijo general y alimento de buitres, pero eso es otra historieta, que sería estimulante si no fuera por que hay oscuras sombras planeando por tan hermoso lugar.
En general han subido las cifras de gente que cuando se levanten no tendrán otra cosa que hacer excepto calentarse los lunes al sol. Ya hay mas de un millón y creciendo. Esto si es muy grave, aunque hay que decir que aún no nos hemos percatado de la tragedia. Será porque a lo malo uno no se acostumbra nunca.
Pero tu tranquila moza, esas cosas malas sólo pasan por ahí fuera, nosotros aquí en Carcundia estamos a salvo de todas esos malos augurios. Sigamos con nuestro firme paso el camino que nos hemos marcado y, si estamos calientes, pues que se ría la gente.
Silencio en la noche, el músculo duerme, la ambición trabaja y siembra de muertos los campos del orbe. De muertos que mueren, de muertos que andan.
Salud.
Estas cosas son como todas. En Oriente tienen a un grupo de gente metidos en un corral y no le suministran nada, a ver si se mueren ellos solos y así se ahorran el gasto que están haciendo en metralla y, en África todo sigue igual, muriéndose el personal de hambre, sed, ébola, sida, cólera y, si alguno se salva, cuatro tiros dados por algún niño soldado y listo.
Por las Españas, al parecer no hay problemas de esos, porque los moros, no nos han cortado el chorro ninguna vez todavía. Ni cuando lo de la toma de Peregil. Eso sí, andamos a la greña por la cosa del reparto de los dineros, ¡natural!, ¿te acuerdas de aquella cancioncilla que decía, toooodos quereeeemos más y maaaás y más y mucho maaaaás? Además, nosotros somos los mejores y por eso queremos más, porque nos merecemos más, porque aunque seamos menos estamos mas repartidos y tenemos más gastos y trabajamos mucho más, no como otros, que sólo tienen que atender a mas gente.
En el País de los verdes valles y las frondosas montañas hoy empieza otro circo para regocijo general y alimento de buitres, pero eso es otra historieta, que sería estimulante si no fuera por que hay oscuras sombras planeando por tan hermoso lugar.
En general han subido las cifras de gente que cuando se levanten no tendrán otra cosa que hacer excepto calentarse los lunes al sol. Ya hay mas de un millón y creciendo. Esto si es muy grave, aunque hay que decir que aún no nos hemos percatado de la tragedia. Será porque a lo malo uno no se acostumbra nunca.
Pero tu tranquila moza, esas cosas malas sólo pasan por ahí fuera, nosotros aquí en Carcundia estamos a salvo de todas esos malos augurios. Sigamos con nuestro firme paso el camino que nos hemos marcado y, si estamos calientes, pues que se ría la gente.
Silencio en la noche, el músculo duerme, la ambición trabaja y siembra de muertos los campos del orbe. De muertos que mueren, de muertos que andan.
Salud.