No voy a usar el dialecto que os gastáis por ahí de vez en cuando para responder, porque tardaría siglos en escribir, y porque es verdad que el corrector ortográfico echaría humo.
Es cierto que cada región, pueblo, ciudad, nación, es consecuencia de su historia, de los avatares que les ha tocado vivir, y de los jarrapellejos de turno, que les ha tocado padecer, y que cada uno ha evolucionado más o menos rápido, mejor o peor con los tiempos.
Yo no conozco mucho Extremadura (un poco las Hurdes y la zona de Trujillo), pero en cualquier caso creo que ya tiene muy superado eso que dices de los complejos o baja autoestima, al menos es la sensación que me ha dado con el trato de su gente.
Lejos (afortunadamente bien lejos), están aquellas muchachas “jurdanas”, que me han contado, venían a la meseta, junto a su familia a dormir en las casillas o enramadas, a trabajar como “atarinas”, en la recolección del cereal.
Lo realmente preocupante es la emigración y el desarraigo, y como no, el olvido.
Un saludo.
Es cierto que cada región, pueblo, ciudad, nación, es consecuencia de su historia, de los avatares que les ha tocado vivir, y de los jarrapellejos de turno, que les ha tocado padecer, y que cada uno ha evolucionado más o menos rápido, mejor o peor con los tiempos.
Yo no conozco mucho Extremadura (un poco las Hurdes y la zona de Trujillo), pero en cualquier caso creo que ya tiene muy superado eso que dices de los complejos o baja autoestima, al menos es la sensación que me ha dado con el trato de su gente.
Lejos (afortunadamente bien lejos), están aquellas muchachas “jurdanas”, que me han contado, venían a la meseta, junto a su familia a dormir en las casillas o enramadas, a trabajar como “atarinas”, en la recolección del cereal.
Lo realmente preocupante es la emigración y el desarraigo, y como no, el olvido.
Un saludo.