Lo siento mocita, dicen en el forillo ese que hay en La Plaza Chica, ya sabes, ese que está instalado encima de la cloaca que ahora va a desaguar por Los Pasiles y allí se junta con el Tardamasa, de la que es afluente que:
D. Piri, es pesebrero, calificativo que en la lengua bífida del lugar, quiere decir que se alimenta en un pesebre y, ¿quién lo dice? Pues, al parecer el chafirete de la panda chupóptera de toda la vida en el asentamiento, a mi entender, un calapitrinche que califica a los demás siguiendo la máxima que dice: piensa el destripaterrones en su peor acepción, que todos son de su condición. A fin de cuentas, lo lógico, viniendo de calcamonía chafardera usufructuaria de arteras o ladinas mañas; ya que bicharraco churrigueresco, es incapaz de escribir dos palabras seguidas, sin que le salga la vomitera hedionda.
Dicen: que agilipollar es volver a volverse tonto y que agilipollado es parecer o ser gilipollas y también, por el Río de la Plata, que, pesebrero es portero de prostíbulo o quien brinda sexo oral a las señoras y además, un servil caracterizado por buscar cierto anonimato en el cumplimiento de las órdenes que le facilite una más cómoda digestión.
Y digo yo mocita recia, que no es el caso, pues el increpado, asaetado, denostado y vilipendiado, nunca sirvió a quien sirvió ni le hizo la pelota o reverencias a ningún tragabuches o zampabollos pesimista que más que profesor es pestiño, sino, que usando sus manos y su inteligencia como único bagaje, se hizo un hueco en una sociedad hostil y se desarrolló cuanto puedo y como pudo, sin ayuditas de papá, mamá o el preboste del lugar. Lo mismo, y mal que le pese a algunos de estos seres inefables acostumbrados a cazar al aguardo, que ha hecho siempre “el de Barcarrota”, ese, que a poco que suelte el verbo, les da sopas con honda a cualquiera de estos triperos de andar por casa.
Ratatatatatata, es la consigna otra vez, pero ya hay mucha gente curada de espantos y, el divide y vencerás, no siempre sale bien, aunque las circunstancias ahora no estén para tirar cohetes y haya que hincar los riñones para seguir adelante antes, de caer de nuevo en lodazales indeseables.
En fin..., cosas propias de servil o serviles predispuestos a la coima siempre que salgan beneficiados
Salud.
D. Piri, es pesebrero, calificativo que en la lengua bífida del lugar, quiere decir que se alimenta en un pesebre y, ¿quién lo dice? Pues, al parecer el chafirete de la panda chupóptera de toda la vida en el asentamiento, a mi entender, un calapitrinche que califica a los demás siguiendo la máxima que dice: piensa el destripaterrones en su peor acepción, que todos son de su condición. A fin de cuentas, lo lógico, viniendo de calcamonía chafardera usufructuaria de arteras o ladinas mañas; ya que bicharraco churrigueresco, es incapaz de escribir dos palabras seguidas, sin que le salga la vomitera hedionda.
Dicen: que agilipollar es volver a volverse tonto y que agilipollado es parecer o ser gilipollas y también, por el Río de la Plata, que, pesebrero es portero de prostíbulo o quien brinda sexo oral a las señoras y además, un servil caracterizado por buscar cierto anonimato en el cumplimiento de las órdenes que le facilite una más cómoda digestión.
Y digo yo mocita recia, que no es el caso, pues el increpado, asaetado, denostado y vilipendiado, nunca sirvió a quien sirvió ni le hizo la pelota o reverencias a ningún tragabuches o zampabollos pesimista que más que profesor es pestiño, sino, que usando sus manos y su inteligencia como único bagaje, se hizo un hueco en una sociedad hostil y se desarrolló cuanto puedo y como pudo, sin ayuditas de papá, mamá o el preboste del lugar. Lo mismo, y mal que le pese a algunos de estos seres inefables acostumbrados a cazar al aguardo, que ha hecho siempre “el de Barcarrota”, ese, que a poco que suelte el verbo, les da sopas con honda a cualquiera de estos triperos de andar por casa.
Ratatatatatata, es la consigna otra vez, pero ya hay mucha gente curada de espantos y, el divide y vencerás, no siempre sale bien, aunque las circunstancias ahora no estén para tirar cohetes y haya que hincar los riñones para seguir adelante antes, de caer de nuevo en lodazales indeseables.
En fin..., cosas propias de servil o serviles predispuestos a la coima siempre que salgan beneficiados
Salud.