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ALMENDRAL: ¿Y si nosotros también somos sefardíes mocita recia?...

¿Y si nosotros también somos sefardíes mocita recia? Bueno, del todo del todo no, pero un veinte por ciento o así sí que somos. Moshé Yanai quizá tenga razón en algunas cosas, pero sólo en algunas cosas, porque vamos a ver, ¿cómo se come-- y se digiere-- eso de que en Abed Rabo que es un suburbio al este de Yabalia, de cada cinco edificios hayan arrasado tres? Y lo que es peor, con sus moradores dentro, ¿cuántas bajas ha hecho el mejor ejército con diferencia de la zona, entre los combatientes palestinos armados?

Moshé Yanai dice que, gracias a internet, él, oriundo de Barcelona de donde su familia fue expulsada en los años cuarenta por el franquismo, se entera de las cosas que pasan y se dicen por allí, pero, los demás también y, viendo las fotos y leyendo las crónicas que envían los reporteros mandados a la zona por la prensa, ahora que ya parece que los dejan, todas las justificaciones a mi me parecen pocas y menos, cuando de manera sibilina nos hacen llegar al cerebro la palabra holocausto, porque, el mejor ejército, con el mejor servicio de inteligencia, ¿no tenían otra manera para resolver las (comparativamente) ineficaces agresiones que sufrían los judíos desde esos enclaves ahora arrasados?

Algunos palestinos dicen que la ayuda humanitaria los está matando, que los están convirtiendo en una sociedad de mendigos y que lo que necesitan son inversiones para que la gente trabaje y las empresas produzcan, pero claro, para eso hace falta que las fronteras estén abiertas, que su territorio no sea un enorme gueto cerrado por por tierra, mar y aire. Por eso dicen también, que no tienen ninguna duda que el objetivo de este ataque indiscriminado era destruir la población civil en Gaza y que lo de Hamás, ha sido sólo un pretexto.
Las calles, las ciudades, el pueblo palestino, tras tantos años de asedio israelí y la sucia guerra fratricida entre Hamás y Al Fatá, están llenos de callos, cicatrices y edificaciones fantasmales
Nosotros, descendientes de moros, godos, romanos, sefardíes, vascos o gallegos, judíos, mahometanos, cristianos o agnosticos, tan acostumbrados a liarnos a mamporros y sablazos a las primeras de cambio o arrimarle fuego al call o a la aljama, creo que tenemos experiencias acumuladas a lo largo de la historia como para entender ya la inutilidad a la larga de esas masacres.
Para muestra, nuestra última incivil.
Salud.