Miro ahora y no veo nada,
miro atrás pero tampoco,
miro al frente, ¡qué gansada!,
nada, que tengo mirar opaco.
¿Cuál es mi clarividencia?
Pues esa, que no la tengo.
Luego..., ¿soy un zopenco?
Para eso no hay que saber de ciencias.
¡Qué paciencia!,
-dijo Job.
Ocuparse en menudencia
habiendo siempre algo mejor.
Verbigracia,
un buen jamón
y la sombra de una acacia
en llegando a sesentón.
Y la mocita ruborosa
que va luciendo palmito
y mirada jacarandosa
que te observa de hito en hito.
¡Qué bonito!
Ya estoy tierno,
me derrito.
Y es invierno.
Que si no...,
hubiera ya dado un saltito
como hace el cabrito
en su correteo diurno.
O, actuando de consuno
con banquero o ladrillero
ahora sería el primero
en este mundo tan tuno.
Donde hay más de uno
con dos mangas y capirote
adornados cual monigote
y de proceder zorruno.
Y que conste moza recia,
que no señalo a ninguno
y no estoy diciendo necia
a quienes suelten el rebuzno.
Salud.
miro atrás pero tampoco,
miro al frente, ¡qué gansada!,
nada, que tengo mirar opaco.
¿Cuál es mi clarividencia?
Pues esa, que no la tengo.
Luego..., ¿soy un zopenco?
Para eso no hay que saber de ciencias.
¡Qué paciencia!,
-dijo Job.
Ocuparse en menudencia
habiendo siempre algo mejor.
Verbigracia,
un buen jamón
y la sombra de una acacia
en llegando a sesentón.
Y la mocita ruborosa
que va luciendo palmito
y mirada jacarandosa
que te observa de hito en hito.
¡Qué bonito!
Ya estoy tierno,
me derrito.
Y es invierno.
Que si no...,
hubiera ya dado un saltito
como hace el cabrito
en su correteo diurno.
O, actuando de consuno
con banquero o ladrillero
ahora sería el primero
en este mundo tan tuno.
Donde hay más de uno
con dos mangas y capirote
adornados cual monigote
y de proceder zorruno.
Y que conste moza recia,
que no señalo a ninguno
y no estoy diciendo necia
a quienes suelten el rebuzno.
Salud.
