Seis de diciembre de 1.978. Empieza su andadura la Constitución del Consenso. Hace dos o tres día se murió uno de los que la parieron, aunque fue un parto múltiple raro, porque tuvo muchos padres y solo un bebé en el que cada uno puso algo de sí mismo.
Se juntaron en extraño maridaje unos cuantos hombres y se dispusieron a engendrar una norma que sirviera a todos los españolitos incluidos los isleños. Se llamaban y algunos se siguen llamado todavía:
Gabriel Cisneros Laborda, mañico.
Jordi Solé Tura, catalán.
Miguel Herrero y Rodriguez de Miñón, madrileño.
Manuel Fraga Iribarne, gallego.
Gregorio Peces Barba, madrileño.
José Pedro Pérez Llorca, andaluz de Cádiz.
Miguel Roca Junyent, (yuñent, no yunchen) catalan nacido en Francia.
Treinta y un año después de este hecho, más tres del acontecimiento del veinte de noviembre del setenta y cinco del mismo siglo, estupefacto leemos en el forin de la Plaza Chica de Carcundia o Lalmendral, que los que nos ningunean en este dicen sin cortarse un pelín:
(Misión impuesta a Zp por la Masonería española: "Cargarse la clase media". Y lo está consiguiendo. Por lo tanto el pobre cada vez más`pobre, aumentando en número).
¡Bien, coño, bien!
Resulta, que no hay masones en ese conglomerado de intereses comunes y puntos de vista distintos
que forman (y digo bien, forman, en más o menos correcta formación) bajo las siglas del partido Popular, del que aún es presidente honorífico D. Manuel.
Resulta, que no hay masones en el seno de las distintas tendencias que se agrupan en el universo cerrado de la Iglesia Católica española, algunas de ellas de muy dudosa tendencia a practicar las enseñanzas del Crucificado, no sólo en lo intemporal, sino tampoco en el día a día.
Resulta, que desde el Ejecutivo, se fomenta la destrucción de la Clase Media, que, al parecer, es la Masa Asalariada y que, las Multinacionales y la Patronal, no tienen nada que ver en esto de la “Crisis”, sino que son las víctimas de las malas artes que los masones emplean para destruir la sociedad.
¡Chupa del frasco, Carrasco!
O sea sé, la famosa Confabulación Rojo-Judeo-Masónica al servicio de Moscú y de Satanás.
Resulta, que los masones tienen cuernos y rabo y que los demás, son angelitos asexuados, inefables seres desinteresados de los bienes terrenales que sólo desean la Felicidad de la Humanidad.
Salud.
Se juntaron en extraño maridaje unos cuantos hombres y se dispusieron a engendrar una norma que sirviera a todos los españolitos incluidos los isleños. Se llamaban y algunos se siguen llamado todavía:
Gabriel Cisneros Laborda, mañico.
Jordi Solé Tura, catalán.
Miguel Herrero y Rodriguez de Miñón, madrileño.
Manuel Fraga Iribarne, gallego.
Gregorio Peces Barba, madrileño.
José Pedro Pérez Llorca, andaluz de Cádiz.
Miguel Roca Junyent, (yuñent, no yunchen) catalan nacido en Francia.
Treinta y un año después de este hecho, más tres del acontecimiento del veinte de noviembre del setenta y cinco del mismo siglo, estupefacto leemos en el forin de la Plaza Chica de Carcundia o Lalmendral, que los que nos ningunean en este dicen sin cortarse un pelín:
(Misión impuesta a Zp por la Masonería española: "Cargarse la clase media". Y lo está consiguiendo. Por lo tanto el pobre cada vez más`pobre, aumentando en número).
¡Bien, coño, bien!
Resulta, que no hay masones en ese conglomerado de intereses comunes y puntos de vista distintos
que forman (y digo bien, forman, en más o menos correcta formación) bajo las siglas del partido Popular, del que aún es presidente honorífico D. Manuel.
Resulta, que no hay masones en el seno de las distintas tendencias que se agrupan en el universo cerrado de la Iglesia Católica española, algunas de ellas de muy dudosa tendencia a practicar las enseñanzas del Crucificado, no sólo en lo intemporal, sino tampoco en el día a día.
Resulta, que desde el Ejecutivo, se fomenta la destrucción de la Clase Media, que, al parecer, es la Masa Asalariada y que, las Multinacionales y la Patronal, no tienen nada que ver en esto de la “Crisis”, sino que son las víctimas de las malas artes que los masones emplean para destruir la sociedad.
¡Chupa del frasco, Carrasco!
O sea sé, la famosa Confabulación Rojo-Judeo-Masónica al servicio de Moscú y de Satanás.
Resulta, que los masones tienen cuernos y rabo y que los demás, son angelitos asexuados, inefables seres desinteresados de los bienes terrenales que sólo desean la Felicidad de la Humanidad.
Salud.