De Badajoz, del almendral (hoy Carcundia), de cosas de frailes, curas, sacristanes y meapilas, todavía no se ha dicho todo aunque parezca que sí.
Anda ahora por Badajoz un cura, que ya está dando que hablar, este no es como D. Apolonío en cuanto a constitución física se refiere, es más grandote, y por lo que dicen, tiene un vozarrón capaz de llenar todos los rincones del almacén donde hace misa de momento, porque su iglesia se la están poniendo en píe.
Se llama Valeriano y comparte con aquél recordado por muchos, Apolonio, su pasión futbolera, de hecho, ha jugado en equipos de fútbol donde destacaba por su fuerza y corpulencia. Al parecer, en La Garrovilla, llegó a decir misa en mitad de la plaza. O sea, es uno de esos curas que se hacen querer por la gente normal, compartan su fe o no y, es de suponer, que cuando estaba en el campo, habrá oído más de una cagada.
Por eso creo mocita recia, que es un cura cristiano, (que también los hay, aunque no lo parezca oyendo lo que dicen los purpurados) que dará mucho que hablar por la ciudad de Ibn Marwan, la que se creía hasta hace poco que era la Pax Augusta o Civitas Pacensis, de Augusto. Pero que no, que esa ciudad era la actual Beja, del Bajo Alentejo portugués.
Marwan, según dicen las crónicas, también era seguidor de la doctrina del Crucificado por los fariseos al mando de un tal Caifás, pero que por las circunstancias del momento, se crió en Mérida, entre los seguidores de Allah, que quiere decir Dios, pero en moro.
Te decía ayer, que en L´Almendral, en cosas de política, el asunto está “como debe ser”, como manda la tradición, aunque haya habido que hacer algunos malabares para llegar a esa situación, como por ejemplo, que los rojos; bueno, presuntos, estén en santa alianza con otrora su enemigo común, la clerecía y la tradición. Pero bueno, todo sea por el santificado interés y porque “los otros”, esa diabólicos seres con rabos y cuernos que huelen a azufre, no mangoneen, en el arrejuntamiento local.
De sacristanes y supuestos seres benéficos, leo sin asombro en el forillo de al lado, a uno que al parecer es católico, cosa que no voy a poner en duda, pero si, que de cristiano tiene lo que yo de hermanito de la caridad, pues, su fijación exacerbada y morbosa contra otro ser humano como él, aparte de no dejarlo descansar en paz, le hace decir sistemáticamente, las mismas gilipolleces en todos los foros donde suelta su babaza. Y es que donde no hay más, pues no hay más, ¡qué le vamos a hacer!
Tenía pensado traducirte esto de hoy al gallego, para que se chinchen los que creen que España es sólo lo que ellos creen que es, pero lo dejaré para vísperas o completas, porque después de laudes acostumbro a tomas las once y como soy pecador empedernido, se me está haciendo tarde para iniciar mi deporte favorito en barra fija acompañado de acalorada controversia tabernaria, de la que nunca conseguimos sacar a este País de Países del marasmo en el que se haya inmerso por culpa de ese maléfico individuo al servicio de la consabida confabulación.
Salud.
Anda ahora por Badajoz un cura, que ya está dando que hablar, este no es como D. Apolonío en cuanto a constitución física se refiere, es más grandote, y por lo que dicen, tiene un vozarrón capaz de llenar todos los rincones del almacén donde hace misa de momento, porque su iglesia se la están poniendo en píe.
Se llama Valeriano y comparte con aquél recordado por muchos, Apolonio, su pasión futbolera, de hecho, ha jugado en equipos de fútbol donde destacaba por su fuerza y corpulencia. Al parecer, en La Garrovilla, llegó a decir misa en mitad de la plaza. O sea, es uno de esos curas que se hacen querer por la gente normal, compartan su fe o no y, es de suponer, que cuando estaba en el campo, habrá oído más de una cagada.
Por eso creo mocita recia, que es un cura cristiano, (que también los hay, aunque no lo parezca oyendo lo que dicen los purpurados) que dará mucho que hablar por la ciudad de Ibn Marwan, la que se creía hasta hace poco que era la Pax Augusta o Civitas Pacensis, de Augusto. Pero que no, que esa ciudad era la actual Beja, del Bajo Alentejo portugués.
Marwan, según dicen las crónicas, también era seguidor de la doctrina del Crucificado por los fariseos al mando de un tal Caifás, pero que por las circunstancias del momento, se crió en Mérida, entre los seguidores de Allah, que quiere decir Dios, pero en moro.
Te decía ayer, que en L´Almendral, en cosas de política, el asunto está “como debe ser”, como manda la tradición, aunque haya habido que hacer algunos malabares para llegar a esa situación, como por ejemplo, que los rojos; bueno, presuntos, estén en santa alianza con otrora su enemigo común, la clerecía y la tradición. Pero bueno, todo sea por el santificado interés y porque “los otros”, esa diabólicos seres con rabos y cuernos que huelen a azufre, no mangoneen, en el arrejuntamiento local.
De sacristanes y supuestos seres benéficos, leo sin asombro en el forillo de al lado, a uno que al parecer es católico, cosa que no voy a poner en duda, pero si, que de cristiano tiene lo que yo de hermanito de la caridad, pues, su fijación exacerbada y morbosa contra otro ser humano como él, aparte de no dejarlo descansar en paz, le hace decir sistemáticamente, las mismas gilipolleces en todos los foros donde suelta su babaza. Y es que donde no hay más, pues no hay más, ¡qué le vamos a hacer!
Tenía pensado traducirte esto de hoy al gallego, para que se chinchen los que creen que España es sólo lo que ellos creen que es, pero lo dejaré para vísperas o completas, porque después de laudes acostumbro a tomas las once y como soy pecador empedernido, se me está haciendo tarde para iniciar mi deporte favorito en barra fija acompañado de acalorada controversia tabernaria, de la que nunca conseguimos sacar a este País de Países del marasmo en el que se haya inmerso por culpa de ese maléfico individuo al servicio de la consabida confabulación.
Salud.