Ofertas de luz y gas

ALMENDRAL: El centollo. ...

El centollo.
Está muy rico, de verdad mozuela, es un animalito que se cría en la mar serena. Los gallegos, de la costa de a morte, están para chuparse los dedos. Pero también se encuentran especímenes de secano, es el caso de uno que hay en nuestro pueblo, Yo antes creía que era un becerro con varias cabezas coronadas todas. Coronas abiertas, ducales o condales. Con muchos pinchos cada una. Pinchos todos ellos abollados y retorcidos porque, este animal al que me refiero, derrota contra todo lo que se mueve. Y es que, sus varias cabezas, no le sirven para pensar, ni para ver, bueno.., para nada aparte de embestir y lucir aditamentos. Actúa por instinto. Oye, pero no escucha. Siente...; ¡ejeee, bicho!, y arremete. Arremete siempre. Es de piñón fijo. Siempre enfoca una de sus testuces en la misma dirección. Como piensa sólo con su buche carcomido por la mala bilis, aparte de lo expuesto, no sabe hacer otra cosa. No esperes del nada más.

Pero te decía, que los centollos, convenientemente preparados, están riquísimos. Estos cangrejos grandes, cuando los cueces, se ponen coloraditos por fuera. Tienen muchas patas y unos ojos redonditos para moverse en el elemento líquido. También tienen antenas, pero no tantas como el de secano que antes te comentaba, el de secano cada una de sus patas parece que tienen vida propia y piensan por si mismas, pero no, actúan coordinadas por el buche, que es donde tienen el centro del raciocinio. Lo que pasa, es que unas tienen encomendadas una función y otras otra. Unas van a lo bestia. Otras de manera más acaramelada, más relamida. Unas, son especialistas en el escarnio, en la burla grosera, obscena, chabacana. Siempre deleznable. Otras, van de intelectuales, como más fisnas. Estas últimas, si ven escrito u oyen algo que no se ajusta a sus esquemas, dicen que las están insultando y montan en santa indignación mientras que las otras, prosiguen con su machacona retahíla.

Este buche o cangrejo de secano, repito, como sabes, siempre camina hacia atrás. Si alguna corriente de agua fresca; en este caso aire, lo empuja hacia adelante, ofrece toda la resistencia que es capaz de hacer. En realidad, es una rémora y actúa de freno a todo lo que signifique avanzar. Está anclado en sí mismo y en su circunstancia.
Se pillan fácilmente poniéndoles de cebo un cacho de sardina podrida, mientras más mejor.
Ahora está por La Plaza Chica, según tengo entendido, pero sigue con su erre que erre.

Salud.