Y continua (el poema al burro)
Hay veces que al mirar tu desventura,
al mirrar esas tuertas angarillas
lastimar ¡oh dolor ¡la matadura
que te hicieron sangrienta en las cosillas,
mil lagrimas siento yo de amargura
rodar quemeantes por mis dos mejillas...
Sí lloro al ver que hay hombre a quien se ocurra
tratar al burro así y así a la burra.
Hay veces que al mirar tu desventura,
al mirrar esas tuertas angarillas
lastimar ¡oh dolor ¡la matadura
que te hicieron sangrienta en las cosillas,
mil lagrimas siento yo de amargura
rodar quemeantes por mis dos mejillas...
Sí lloro al ver que hay hombre a quien se ocurra
tratar al burro así y así a la burra.
Mu güeno.
Pai mando otro cacho:
¿Quien habrá que hondamente no se duela
al ver de Cartagena el cruel zambote
añadirse a la carga de panela
-de sobornal a guisa- echarle al trote,
entonando su torpe cantinela,
los pies cruzando, ¡oh burro! en tu cogote?
Semejante espectáculo, a Nerón
ablandara sin duda el corazón.
Pai mando otro cacho:
¿Quien habrá que hondamente no se duela
al ver de Cartagena el cruel zambote
añadirse a la carga de panela
-de sobornal a guisa- echarle al trote,
entonando su torpe cantinela,
los pies cruzando, ¡oh burro! en tu cogote?
Semejante espectáculo, a Nerón
ablandara sin duda el corazón.