María, gracias en mi nombre, en el de Piri, en el de la mocita de la
Fuente Seca y en el de todos los duendes y los gnomos que son y en el mundo fueron.
Un abrazo, y haz el favor de darle recuerdos y desearle un buen año a todos los duendecillos de ese
Puerto Llano de tus amores, penitas y desengaños y, para ti, que sea por lo menos una mijina mejó, que el que hemos echao patrás y que te deje bien tupía de dinero y
felicidad.
Salud.