Y además mocita recia, que los banqueros se ríen del Gobierno y de los gobiernos en la misma cara de sus presidentes. Al parecer su lema es: dame pan y dime tonto, o lo que es igual, coge la guita y guárdala bien por si nuestros amigos la necesitan, que se la prestaremos a un tanto por ciento asequible para ellos. Al resto, ni agua, o sí, ajo y agua.
Mientras tanto, el goteo de despidos en la industria, suma y sigue cada día y quizá lleguemos a los cuatro millones antes del mes de agosto, con el añadido de que a ese carro se ha subido el sector servicios y los aprovechados independientes.
Ahora se ve más claro que no toda la culpa la tiene la avaricia de los constructores, que hay otras avaricias en juego y que están apostando fuerte para sacarle a los españolitos toda la pringue posible, aprovechando la circunstancia que llegó de rebote pero que se veía venir desde hacía tiempo incluso con los ojos cerrados.
Ellos dicen que si, que prestan, pero no es verdad, no sueltan euro. De todas formas, todo el mundo sabe cómo funciona ese negocio, así que tampoco nos debemos de extrañar tanto. Lo que si parece mentira, es que los gobernantes antes de darles un euro; no les exijan garantías, que no se den cuentan que los tahúres no están sólo en los casinos de Las Vegas o de las islas Caimán, que están casi por todas partes y que en nuestras Españas, hay como una ley no escrita que usa como divisa el ande yo caliente y que se ría la gente. Así, que se está haciendo lo fácil, despedir a los trabajadores y poner la mano ante el ministro Solbes para que le eche cuanta más grasa mejor. Grasa amasada con el sudor extraído, al nunca mejor dicho, sufrido contribuyente. Que dicho sea de paso, es el único que contribuye y se aprieta la correa.
Como a río revuelto, ganancia de pescadores furtivos, vamos a asistir a un revival de casposos nacionalismos racistas y excluyentes, cuya parte más visible ya se muestra claramente aquí y en el resto de Europa. Así que, Piri, prepárate para ser seleccionado de acuerdo con el color de tus
ojos o de tu piel, y, tú, lo tienes bastante jodido, pues eres un poco moreno de tez, a no ser que, el seleccionador de turno, tenga predilección por esa tonalidad.
Salud.
Mientras tanto, el goteo de despidos en la industria, suma y sigue cada día y quizá lleguemos a los cuatro millones antes del mes de agosto, con el añadido de que a ese carro se ha subido el sector servicios y los aprovechados independientes.
Ahora se ve más claro que no toda la culpa la tiene la avaricia de los constructores, que hay otras avaricias en juego y que están apostando fuerte para sacarle a los españolitos toda la pringue posible, aprovechando la circunstancia que llegó de rebote pero que se veía venir desde hacía tiempo incluso con los ojos cerrados.
Ellos dicen que si, que prestan, pero no es verdad, no sueltan euro. De todas formas, todo el mundo sabe cómo funciona ese negocio, así que tampoco nos debemos de extrañar tanto. Lo que si parece mentira, es que los gobernantes antes de darles un euro; no les exijan garantías, que no se den cuentan que los tahúres no están sólo en los casinos de Las Vegas o de las islas Caimán, que están casi por todas partes y que en nuestras Españas, hay como una ley no escrita que usa como divisa el ande yo caliente y que se ría la gente. Así, que se está haciendo lo fácil, despedir a los trabajadores y poner la mano ante el ministro Solbes para que le eche cuanta más grasa mejor. Grasa amasada con el sudor extraído, al nunca mejor dicho, sufrido contribuyente. Que dicho sea de paso, es el único que contribuye y se aprieta la correa.
Como a río revuelto, ganancia de pescadores furtivos, vamos a asistir a un revival de casposos nacionalismos racistas y excluyentes, cuya parte más visible ya se muestra claramente aquí y en el resto de Europa. Así que, Piri, prepárate para ser seleccionado de acuerdo con el color de tus
ojos o de tu piel, y, tú, lo tienes bastante jodido, pues eres un poco moreno de tez, a no ser que, el seleccionador de turno, tenga predilección por esa tonalidad.
Salud.