Nosotros por aquí recia mocita recia, somos algo más laxos, casi relapsos y estamos más acostumbrados a que desde fuera, nos impongan toda clase de directrices, por eso, vemos estas cosas como muy lejanas, ajenas a nuestras costumbres; puede que eso sea debido a que fuimos conquistados y se nos impusieron unas creencias por la razón de la fuerza. A la fuerza ahorcan, claro, pero cuando ves u oyes estas cosas, te da que pensar.
Mauro, nuestro patrón, si el tiempo no lo impide y espero y deseo que no, saldrá el próximo día quince de su recogimiento habitual y, verá, con qué voraz apetito degustamos las ricas viandas en forma de carne asada o convertida en lomos que, (según las malas lenguas, desaparecen tras al matanza de ese simpático y nutritivo animal llamado guarro o cochino entre otras lindezas y, al que estos días, nosotros, vulgares sacos llenos de veneno al que se le ha puesto encima una cabeza rellena de corcha, estamos insultando al compararlo con personas y, puede, que mirando lo que se hace y dice, piense, que el tiempo pasa pero la joya, queda.
Salud.
Mauro, nuestro patrón, si el tiempo no lo impide y espero y deseo que no, saldrá el próximo día quince de su recogimiento habitual y, verá, con qué voraz apetito degustamos las ricas viandas en forma de carne asada o convertida en lomos que, (según las malas lenguas, desaparecen tras al matanza de ese simpático y nutritivo animal llamado guarro o cochino entre otras lindezas y, al que estos días, nosotros, vulgares sacos llenos de veneno al que se le ha puesto encima una cabeza rellena de corcha, estamos insultando al compararlo con personas y, puede, que mirando lo que se hace y dice, piense, que el tiempo pasa pero la joya, queda.
Salud.