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ALMENDRAL: Ya son doce los pueblos que quieren un almacén, cementerio...

Ya son doce los pueblos que quieren un almacén, cementerio o campo santo para los residuos radioactivos. Falta uno para que sean doce más uno. Podía ser Lalmendral, la de las almendras amargas, pero me parece que no estamos por aquí por esas labores. Aunque no sé por qué, si total, tanto si explosiona una central en Chernobil o Cazarquivir, si los vientos son favorables también nos vamos a morir p´quí.

Se podía construir un bujero bien jondo, por ejemplo, en la jesa boyá (dehesa boyal), que son terrenos del pueblo y que están sin explotar; bien, quiero icí.
Por allí, la actividad sísmica es más bien floja, y si hay un terremoto por el Cabo de San Vicente o en la misma Lisboa, como aquél famoso, igual se agrieta una iglesia o alguna casa hecha sólo con piedra seca o de tapia, como paso entonces con la de Salvaleón, pero no creo que el monte Jacho se menee ni un milímetro.

Así, con los dinerillos que dan los de las nucleares, habría luz y agua asegurada para mucho tiempo y habría menos jóvenes en el paro parao. Y los que cumplan ahora sesenta y cinco tacos no tendrían que reengancharse. Qué contrasentido ¿no? Tanta gente mocita sin dar ni un palo al agua y quieren que trabajen mas tiempo los más añosos para que el sistema no se venga abajo. Y encima cobrando menos. Esto debe ser cosa de majarones del todo.

Es una idea, no te lo tomes a mal moza, además, como dan bastante pasta, igual te pueden poner una cabeza echa a medida, y un brazo nuevo, y borrar de una puñetera vez el cangrejo que luce en la cruz de mármol gris que hay enfrente del arrejuntamiento y del cuartel de los civiles.

Otra cosa, ahora mismo cielos despejados, ocho o nueve grados centígrados, luna llena, viento del oeste que arrastra nubes, por lo que no helará esta noche. Está jugando el Barça que es ahora mismo el mejor equipo de los de las Españas y cuando acabe, empiezan su calvario los merenguitos mesetarios. Bien va la noche con su regodeo. Que me pongas un cubata montañés, que lo paga Luis de Vargas.

Salud.