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ALMENDRAL: ¡Ahíii vaaa! Lo que nos ha dicho Conde: “personaje...

¡Ahíii vaaa! Lo que nos ha dicho Conde: “personaje digno de atención por parte de nuestro grupo, encontramos a un liberal/conservador, poeta sarcástico, progresista, libre pensador, amante y crítico de su pueblo
Ni más ni menos que: liberal/conservador y progresista. Aquí veo algo como contradictorio, pero bueno..., si él lo dice....
Con ramalazos de poeta, pero sarcástico y además, que vamos por libre. Pues claro. “Menuos semos” los del almendral casi carentes de almendras dulces para sujetarnos así como así a ciertas directrices o manipulaciones.
Lo de amantes y críticos ya me suena una “mijina mejó”mocita, al fin y al cabo todos tenemos nuestra alma en nuestro armario y, por muy mal que nos haya tratado la vida, siempre queda un rinconcito para guardar aquellas emociones o impresiones que se nos quedaron marcadas en nuestra cabeza o corazón cuando éramos chicos y correteábamos por las calles del pueblo, por sus campos en invierno, primavera o verano. También, detrás de las muchachinas que ya deambulaban dando vueltas por el parque, el Altozano o la Plaza Chica, siguiendo los dictados que les señalaban sus instintos naturales y los que les habían imbuido una, a mi parecer, mala educación. O buena, según del color del cristal con que lo miremos y que, iba encaminada una veces a la supervivencia de la especie y otras, a la de la clase. Esta última, ha veces causaba verdaderos estragos en las personas. Y por su culpa, a veces forjaba espíritus rebeldes, incrédulos, sarcásticos, ácratas del pensamiento. Con la diáspora que se produjo entre los cincuenta y cinco y setenta del siglo pasado, hubo una desbandada de jóvenes peones del campo, de ambos sexos, que abrazados a su maleta de tabla o cartón y sin más bagaje que sus cuatro reglas de tres simples o directas (el que las sabia), y la escasa formación humanística recibida en casa, o en las clases nocturnas que impartían algunos particulares con más buena voluntad que saberes, llegaron almendralenses a muchos lugares de las Españas para ellos y para los que por una causa u otra se quedaron, desconocidos. Algunos volvieron luego, cuando el hambre ya no era el azote. Otros se quedaron, los más. Ni unos ni otros eran ya iguales, ni España tampoco.

Te decía antes, que de buena raza viene el galgo para que no sea rabilargo. A veces, nosotros, tú yo mocita recia, hemos elogiado hasta ponerlos por las nubes, a personas de nuestro pueblo al que con más mala leche que ironía, llamamos asentamiento rural, que alcanzaron en su tiempo, cierta relevancia; como por ejemplo, el autor de Carlos V y sus Banqueros, además de muchos otros títulos, y su hijo Bernardo, impulsor y presidente de honor de la Asociación de escritores ectremeños. Un Pedro Francisco, médico de la real Cámara de Carlos IV, y escritor. Y, cómo no, D. José Segundo Florez, que entre otras muchas cosas, hizo una gramática de la Lengua Española. Más acá en el tiempo, tenemos a Vianor, de quien conocemos muy poco, desgraciadamente, pero fue una persona que estuvo en el candelero de la farándula, sobre todo por los teatros de Barcelona, desde los años veinte en adelante y hasta su muerte por los años cincuenta. Hay otros que alcanzaron fama cuando la toma y masacre del Badajoz del treinta y seis, pero de estos no me quiero ni acordar.

Hoy en día, tenemos un almendralense que es coautor del libro titulado TIEMPO PERDIDO, y subtitulado “Guerra civil en Almendral 1936-1039”. Como habrás leído en estas páginas, no son enemigos precisamente lo que le faltan, pero no tanto como quieren aparentar, porque hacen mucho ruido y con la mala baba que nos caracteriza, pero con menos altura que los mosquitos trompeteros.

Haciendo sus pinitos en el mundo de las musas; en este caso agrarias, tenemos a Posao, nuestro poeta sencillo y rural. Y, ¡ahí va la hostia! Piri, dinámico, comprometido, extrovertido. Raudal de ideas expresadas con abundamiento de palabras y verdadero enamorado de su pueblo y de sus gentes cojeen de la pata que cojeen.

Tenía pensado hablarte de los temas que hoy nos preocupan a todos, pero Conde me ha descolocado porque no estoy acostumbrado a lo que creo que es un elogio. Ya seguiré luego...
Salud