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Hoy, que se inicia una semana en la que veremos muchas personas con las caras tapadas con morriones y cucuruchos varios, idólatras muchas de ellas y algunos de buena fe por las ciudades y pueblos de las Españas, iba contarte algo sobre la quema en la ciudad de Logroño de unas cuantas mujeres y hombres que fueron abrasados vivos o murieron descoyuntados en el potro acusados de brujería. De esto hace ya cuatrocientos años, en noviembre del 610, en el corazón de la ciudad. Quemaron a seis vivas y otras cinco que habían muerto mientras eran torturadas en las mazmorras que tenía la Santa, los asaron en efigie. Eran todos oriundos de un bonito pueblo del Valle del Baztán, en la frontera entre España y Francia, (Zugarramurdi-Pamplona). Pero no, porque ojeando el Foro Común, he visto un tema abierto por Dionisio que explica, para que algunos se enteren lo que hay que hacer, cuáles son los principios básicos de una buena propaganda nazi, que como ves, mocita recia, sigue él y los de su onda, al píe de la letra.
Son once los que ha puesto y de todos, copio y pego el quinto, que dice:
5.-Principio de la vulgarización.
Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.
¿Te suena la música?
Salud.
Son once los que ha puesto y de todos, copio y pego el quinto, que dice:
5.-Principio de la vulgarización.
Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.
¿Te suena la música?
Salud.