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Bueno bueno, vale vale moza recia, don Tancredo está callado haciendo el ídem y sus amigitos del alma echan las pelotas fuera.
Hundamos el Cabanyal que con esto del Gürtel se nos alborota el personal y hasta me querrán hurtar mi lindo bolso Louis Vuitón, y de eso nada, monada, que es un regalito al que le tengo mucho aprecio. Además, me ha dicho Esperancita, que no me fíe de los guindillas, porque son todos sociatas y se chivan a los jueces estén o no controlados, como ese..., el tal Baltasar, que tanto disgustos nos da con sus manías de investigar. ¿Y su sucesor? Otro igual. ¡Hay que ver! Ya una, con tanta degeneración, no tiene ni en quién confiar. Y eso que Marianiño tiene buenos enlaces allá por la parte constitucional que, hasta sabe antes que nadie, cuando se van a juntar sus miembros y miembras para hacer tachaduras en el estatuto catalán. ¡Otros que tal!..., ¿Mira que decir que ellos son de los que aportan más al dispendio nacional? Con razón me decía mi buen amigo el honorable
Matas, que lo mejor era no hacer alardes ni tirar tracas al aires e invertir en bienes inmuebles, como hizo el con su palacete. O en joyas u obras de arte y pagando siempre al contado, con los Bin Laden por delante para que no te siga el rastro ningún quisquilloso contable pues, no todos, son como nuestro querido Luis, el de Güerva, no de Las Bárcenas Reales y puesto, de diputado por Cantabria, para más señas, al objeto, de que se ganara algunas perras el pobre, que mucha falta le hacen, como bien dicen El Tuerto de Castellón y el Superagente de Xirivella, aquél que tuvo mando en tropa cuando el amo era un vasco, El Mejor de los Informados, a quien su papá prohibió hablar vernáculo en casa para que aprendiera bien bien, el castellano o español. ¡Y vaya si lo aprendió! Y el jacobino y el ladino, pues menudo es él..., pero vayamos al caso. ¿Qué es eso del Gúrtel? Bag, pamplinas de unos sociatas, aunque el que tiró de la manta fue un godo traidor, de los que hay en todas partes y por las Castillas también. Y eso que allí tienen carreteras nuevas sin peajes, no como esos catalanes con su vieja red eléctrica, sus túneles que se caen, sus palacios musicales y sus señores alcaldes.
Salud.
Hundamos el Cabanyal que con esto del Gürtel se nos alborota el personal y hasta me querrán hurtar mi lindo bolso Louis Vuitón, y de eso nada, monada, que es un regalito al que le tengo mucho aprecio. Además, me ha dicho Esperancita, que no me fíe de los guindillas, porque son todos sociatas y se chivan a los jueces estén o no controlados, como ese..., el tal Baltasar, que tanto disgustos nos da con sus manías de investigar. ¿Y su sucesor? Otro igual. ¡Hay que ver! Ya una, con tanta degeneración, no tiene ni en quién confiar. Y eso que Marianiño tiene buenos enlaces allá por la parte constitucional que, hasta sabe antes que nadie, cuando se van a juntar sus miembros y miembras para hacer tachaduras en el estatuto catalán. ¡Otros que tal!..., ¿Mira que decir que ellos son de los que aportan más al dispendio nacional? Con razón me decía mi buen amigo el honorable
Matas, que lo mejor era no hacer alardes ni tirar tracas al aires e invertir en bienes inmuebles, como hizo el con su palacete. O en joyas u obras de arte y pagando siempre al contado, con los Bin Laden por delante para que no te siga el rastro ningún quisquilloso contable pues, no todos, son como nuestro querido Luis, el de Güerva, no de Las Bárcenas Reales y puesto, de diputado por Cantabria, para más señas, al objeto, de que se ganara algunas perras el pobre, que mucha falta le hacen, como bien dicen El Tuerto de Castellón y el Superagente de Xirivella, aquél que tuvo mando en tropa cuando el amo era un vasco, El Mejor de los Informados, a quien su papá prohibió hablar vernáculo en casa para que aprendiera bien bien, el castellano o español. ¡Y vaya si lo aprendió! Y el jacobino y el ladino, pues menudo es él..., pero vayamos al caso. ¿Qué es eso del Gúrtel? Bag, pamplinas de unos sociatas, aunque el que tiró de la manta fue un godo traidor, de los que hay en todas partes y por las Castillas también. Y eso que allí tienen carreteras nuevas sin peajes, no como esos catalanes con su vieja red eléctrica, sus túneles que se caen, sus palacios musicales y sus señores alcaldes.
Salud.