-25% solo aquí

ALMENDRAL: Yo soy un insignificante fantasmilla como tu sabes,...

Yo soy un insignificante fantasmilla como tu sabes, mozuela. Duendecillo de los muchos que revolotean entre la floresta que pueblan los márgenes de los regatos de la variada España, pero viendo cómo se producen esos sesudos habitantes de Lazcano que dicen que son de izquierda, me dan ganas de comprimirme a la mínima expresión. Los sesudos, acostumbrados como están desde hace ya muchos años si es que no de toda su vida, a meter el miedo en el cuerpo de sus convecinos incapaces de tragar intelectualmente sus ruedas de molino; no se les ocurre otra cosa que empapelar la localidad con la cara de un hombre dentro de la mortífera diana con la que los asesinos de siempre señalan a sus próximas víctimas. Luego, se echan a la calle en “pácifica” manifestación de repulsa al comportamiento fascista de ese mismo hombre que, al ver su vivienda destrozada, carga airado contra el local donde se reúnen los sesudos y sus crías. Auténticos viveros de futuros y presentes asesinos.

Y en el colmo de la desfachatez hipócrita, dicen en sus pasquines multicolores que hay que frenar la violencia fascista, reencarnada en este caso, por ese hombre honrado que ha visto como vuela su casa que tanto trabajo y dinero ganado con honradez le había costado rehacer. Y también esos pequeños espacios de libertad que en ese país tan bello y a la vez tan desgraciado, son las Casas del Pueblo.

Y es que claro, cuando no se está acostumbrado a bragas, las costuras hacen yagas. Es el caso de esta gente. Siempre son ellos los encargados de la siembra del odio y del terror pero, si un humilde vecino se revuelve airado contra la intimidación y la violencia ejercida como si fuese la cosa más normal del mundo, entonces es un fascista, hay que pararlo. ¿Tan obtusos son los sesudos, que no entiende que esa es la reacción de un ser humano normal y corriente? ¿No comprenden que la reacción ante la violencia, sea o no inútil, gratuita o interesada, es defenderse si se puede.? Al parecer no, al parecer para esa gente lo normal, es que la gente normal, se cague de miedo las patas abajo. No están preparados aún psicológicamente para una posible reacción defensiva de las personas a las que siempre han visto como vasallos.
Sus guías espirituales, dicen de ellos mismos que son más listos que el resto de los pobladores de estos países nuestros, y es que su soberbia es tan grande, que no les deja ver que incurren en los mismos errores en los que cayeron a lo largo de los siglos.
Salud.