A mi me parece moza, que hay gente que se van de caza y todos los tiros les salen por la culata, y eso que tiran todos a una y contra la misma pieza, en descargas cerradas, desde todos los ángulos posibles, desde arriba, desde abajo, desde el medio y a veces, desde debajo de las patas del sujeto a batir.
Esta modalidad está prohibida en cetrería, donde la escopeta es tabú, pero no cuando es el hombre el que se dedica a abatir hombres, porque en este caso y por lo que se ve ahora y se ha visto a lo largo de la historia de la humanidad, el sistema más usado por quienes solos, individualmente, serían incapaces de cobrar ni siquiera un inocente conejillo. Por eso se juntan en manadas cada una a las órdenes de un líder y todos ellos al servicio de un señor para, normalmente, cobrarse una o varias piezas que les estorban o incordian en la selva de la que ellos o él, se creen dueños absolutos tanto de flora como de fauna.
En nuestro almendral productor de muchas almendras amargas, tenemos un claro ejemplo de cómo funciona este dañino sistema, así, hemos visto en los últimos tiempos cómo se ha hecho uso de toda clase de triquiñuelas, zancadillas y trampas, por parte de furtivos guiados únicamente por el interés común de la obtención del beneficio inmediato solamente para ellos y en detrimento del resto, a los que consideran sólo, como compañía soportable siempre que se plieguen a su idea de la maniobra, directrices y manera de entender de qué manera deben ser las relaciones de dependencia.
Para conseguir esos fines, no dudaron ni un segundo en introducir un troyano en el organigrama de la parte que, habiendo sido dependiente de ellos, por un breve espacio de tiempo emergió de tal condición y se hizo con parte de los órganos directivos. Con todos menos uno, el más arraigado a lo largo de los siglos y cuya misión principal, es mantener el control psíquico del resto y, por lo tanto, el poder. Disimulando claro está, pero ejerciéndolo por medio de intermediarios muchos de los cuales, ni siquiera sabían que eran simples monigotes.
Ampliando el espectro, se puede observar que pasa lo mismo en las Comunidades y Regiones Autónomas y en el Estado entero e incluso, más allá de éste y en un ámbito más globalizado, pero, algo está fallando en todo el entramado. Puede que sean los medios de comunicación escritos y hablados o de traslación sobre el terreno o, puede que sea, que la cultura, el conocimiento, ya no es patrimonio de cuatro gatos.
Salud.
Esta modalidad está prohibida en cetrería, donde la escopeta es tabú, pero no cuando es el hombre el que se dedica a abatir hombres, porque en este caso y por lo que se ve ahora y se ha visto a lo largo de la historia de la humanidad, el sistema más usado por quienes solos, individualmente, serían incapaces de cobrar ni siquiera un inocente conejillo. Por eso se juntan en manadas cada una a las órdenes de un líder y todos ellos al servicio de un señor para, normalmente, cobrarse una o varias piezas que les estorban o incordian en la selva de la que ellos o él, se creen dueños absolutos tanto de flora como de fauna.
En nuestro almendral productor de muchas almendras amargas, tenemos un claro ejemplo de cómo funciona este dañino sistema, así, hemos visto en los últimos tiempos cómo se ha hecho uso de toda clase de triquiñuelas, zancadillas y trampas, por parte de furtivos guiados únicamente por el interés común de la obtención del beneficio inmediato solamente para ellos y en detrimento del resto, a los que consideran sólo, como compañía soportable siempre que se plieguen a su idea de la maniobra, directrices y manera de entender de qué manera deben ser las relaciones de dependencia.
Para conseguir esos fines, no dudaron ni un segundo en introducir un troyano en el organigrama de la parte que, habiendo sido dependiente de ellos, por un breve espacio de tiempo emergió de tal condición y se hizo con parte de los órganos directivos. Con todos menos uno, el más arraigado a lo largo de los siglos y cuya misión principal, es mantener el control psíquico del resto y, por lo tanto, el poder. Disimulando claro está, pero ejerciéndolo por medio de intermediarios muchos de los cuales, ni siquiera sabían que eran simples monigotes.
Ampliando el espectro, se puede observar que pasa lo mismo en las Comunidades y Regiones Autónomas y en el Estado entero e incluso, más allá de éste y en un ámbito más globalizado, pero, algo está fallando en todo el entramado. Puede que sean los medios de comunicación escritos y hablados o de traslación sobre el terreno o, puede que sea, que la cultura, el conocimiento, ya no es patrimonio de cuatro gatos.
Salud.
